En las primeras fechas los hinchas de Colo Colo ya ponían los ojitos blancos pensando en la estrella 32.
Y es que luego de los 16 puntetes que sacaron en las primeras seis mochas, parecía que nadie podía quitarle el título al Popular.
Tanto así que ayer el Colo tenía la oportunidad de ser campeón, si le ganaban a Antofagasta y el Bulla patinaba en Rancagua. Sin embargo, pasó todo lo contrario y ahora el Popular depende de un milagro pa' celebrar.
Aunque en la primera pata los 40 mil alboadictos que llegaron a la Ruca estaban felices gracias a la pepa de Octavio Rivero (22'). Quien aprovechó un jugadón de Jaime Valdés y con un cachetazo momio puso el 1-0.
Bajón anímico
Pero después de la pepa, los brocas de Guede tuvieron un bajón brígido que dejó crecer a Antofa. De hecho, los últimos 10 minutos del primer tiempo fueron superiores los nortinos.
El drama mayor vino en la segunda pata, cuando el Colo siguió guatando y los "Pumas" empezaron a darle un baile.
Eso sí, a los 48' la historia pudo haber cambiado cuando Rivero metió un centro rasante que encontró a Paredes en área chica y se pifió de forma increíble.
Después de eso todo se derrumbó pa'l Colo, igual que la canción. El Colo arratonado, defendiendo mal, sin posesión de pelota...
Era cosa de tiempo pa' que cayera el empate, que finalmente llegó a los 87' luego de que Salazar saliera a cazar moscas en un córner y Gonzalo Villagra aprovechara el regalito.
"La responsabilidad es toda mía. Eso lo asumo sin ningún problema. Me equivoqué en los cambios y yo metí el equipo atrás", tiró Guede después del guatazo. Eso sí, todavía sueña con la 32.
"Hay que hacer el duelo rápido y el martes empezar a trabajar con todas las pilas para ganarle a Cobresal y ver que hacen los otros", cerró Guede, quien ahora plantará toda la ruda posible pa' esperar el milagro.
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