Aires de sábado: Los adultos mayores no comen promesas

"El diagnóstico es claro: Las pensiones en Chile son miserables. ¿Quién puede vivir con 107 mil pesos mensuales? Esa es la pensión básica solidaria. Y según la Superintendencia de Pensiones, el promedio de jubilación en Chile es de $179 mil. Una vergüenza."

El diagnóstico es claro: Las pensiones en Chile son miserables. ¿Quién puede vivir con 107 mil pesos mensuales? Esa es la pensión básica solidaria. Y según la Superintendencia de Pensiones, el promedio de jubilación en Chile es de $179 mil. Una vergüenza.

Pero es una vergüenza por varias razones: La primera de ellas es que en Chile los sueldos son bajos. Lo siguiente es que la cotización obligatoria es de 10% y nada más. Salvo, aquellas personas que puedan -voluntariamente- aportar algo más, a través de un APV. Este negocio se ha entregado enteramente a las AFPs. Y las administradoras de fondos de pensiones están en el "negocio del siglo": No importa si invierten bien o mal nuestro dinero, ganan igual.

El proyecto del Gobierno propone aumentar gradualmente (en 8 años) de 10 a 14% la cotización obligatoria, con cargo al empleador. Pero sólo ese 4% adicional puede ser administrado por otras entidades, como Cajas de Compensación o Cooperativas, por ejemplo. ¿Por qué no permitirle a los trabajadores decidir por todo su dinero? Tiene lógica: Es su trabajo y son sus recursos, pero la Ley lo obliga a tomar un sólo camino. En esta nueva propuesta ¿Por qué no se han tocado -en lo más mínimo- los intereses de las AFPs?.

La oposición considera que la propuesta del Presidente Sebastián Piñera es sólo "cosmética", no está a la altura de las expectativas y -por lo tanto- no tiene viabilidad alguna. Y para ser justos, el proyecto del actual Gobierno abre un debate que la administración de la Presidenta Bachelet prefirió obviar. Fue promesa de campaña, la ex mandataria creó una comisión de expertos (la "Comisión Bravo"), envió un proyecto en las postrimerías de su mandato, siempre tuvo mayoría en el Congreso, pero todo quedó allí: durmiendo en el Parlamento.

Así que de promesas, los chilenos están aburridos. El diagnóstico está claro y el lugar de discusión -hoy- es el Congreso, donde este Gobierno no tiene mayoría. Pero deberíamos esperar apertura desde todas las veredas políticas. De la oposición, cabría esperar la hidalguía de reconocer que jamás hicieron lo que pudieron. Y además, voluntad para sentarse a buscar la mejor fórmula posible. ¿Qué esperar del oficialismo y el Gobierno? Aprendizaje: "Aula Segura" les enseñó que cuando no hay mayoría, hay que conversar y negociar.

Es -además- profundamente injusto que en Chile existan 2 tipos de jubilaciones: las miserables pensiones de los civiles y otras -bastante mejores- para los uniformados. Y con casos extremos de pensiones por sobre 5 millones de pesos, como Myriam Olate en Gendarmería. ¿Qué país es este? Hoy el Estado invierte más en las pensiones de los militares, gendarmes y carabineros, que en el pilar solidario de nuestro sistema previsional. ¿Otra vez un Chile A y un Chile B? Llegó la hora de emparejar la cancha y salir a jugar. Nuestros adultos mayores no comen promesas ni pueden seguir viviendo con miserables pensiones.

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