El doloroso regreso a casa de los albergados por incendio

Maritza Villagra (50) llegó hace cuatro días al albergue de la Escuela Municipal 372 de Pumanque, junto a sus dos hijos, Catalina y Fernando. Ahora, con la angustia y pena de ver todo quemado, regresa a lo que quedó de su casa para volver a comenzar.

Más de 70 personas han sido albergadas en el sector. Sólo va quedando Maritza y sus peques, quien necesita darle tranquilidad a la Catita, su princesa con síndrome de Down. "La Catita sólo miraba y no dijo ni pío, pese a que entendía lo que pasaba. Y mi hijo Fernando sintió mucho miedo", contó la mujer.

Además, en la localidad de La Gloria, una de las más afectadas de la comuna de Pumanque, ya no están las condiciones mínimas para vivir: "Lo único que me quedó fue una mediaagua, pero la parte que se me quemó era mi baño y la cocina, entonces no podía quedarme en mi casa", contó Maritza, mientras abrazaba cariñosamente a sus hijos.

Haddy Cabrera, asistente social de la muni de Pumanque, aclara que el retorno de los albergados no significa que ya no se encuentren vulnerables, sino que obedece a una necesidad natural de querer volver a empezar.

"Aquí la gente está muy afectada, tenemos quemado más de un 85% del poblado y en todas partes están necesitando ayuda, alimentos para los animales y ropa interior nueva", explicó Cabrera.

ALBERGADOS LA SUFREN

De a poco los albergados han tratado de volver a la normalidad y retomar sus vidas. Existe mucho miedo de que inescrupulosos arrasen con los pocos enseres que quedaron. "Me voy a mi casa porque mi marido tiene que ir a trabajar. Va a quedar la casa sola, entonces tengo que viajar para allá, no quiero que se meta nadie", cerró Maritza.

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