Belén Guede lleva la tecnología a los peques de La Florida y Puente Alto

A sus 18 años, Belén Guede está en otra. Mientras la mayoría de los jóvenes piensa en el carrete, los estudios o los amigos, ella sólo quiere ayudar a los pequeños deLa Florida y Puente Alto para que puedan aprender algo de tecnología.

"Cuando chica me habría gustado que me enseñaran tecnología. Siento que hay cosas que los jóvenes no estamos aprendiendo, por barreras de costo, pero que sí son súper importantes para una carrera futura", contó.

Para cumplir su sueño la tarea no fue fácil. Primero tuvo que convencer a otras seis personas para que se embarcaran en su proyecto. Así, llegaron Ignacio, Benjamín, Max, José, Julio y Óscar. "Realizamos los laboratorios tecnológicos en los colegios y también en bibliotecas. Lo hacemos martes y sábados", explicó.

El sueño tecnológico de Belén Guede

La joven, que desde que era chica se interesó en las ciencias, hizo noticia el año pasado tras ganar el concurso "Challenge for Change", de Microsoft.

Fue justamente la idea que planteó en esa competición lo que ahora plasma en los talleres que realiza. "Hasta ahora hemos ayudado a más de 180 niños, de todas las edades. Siempre se sorprenden, porque incluso nosotros tenemos unos pequeños robots para que puedan interactuar con ellos. Hasta las mamás lo agradecen, porque es algo que no ven comúnmente".

Belén Guede señaló que su pasión le quita harto espacio para compartir con sus seres queridos. "Pero es algo que me motiva mucho. Creo que hasta ahora he podido compatibilizar todo relativamente bien", confesó.

La lola, que vive en San José de la Estrella, en La Florida, explicó que la actividad que realizan es completamente gratis y lo único que se necesita para participar es el permiso de los papis.

"La idea es motivar a los jóvenes para hacer un impacto a través de la tecnología. Igual, como no tenemos muchos recursos, los cursos son pequeños, de 14 por taller. Ojalá más adelante tuviéramos el apoyo para hacer esto en otras comunas", relató.

La tía Belén

Belén, que estudia Ingeniería en Información y Control de Gestión en la Universidad de Chile, contó cómo funciona su proyecto: "Vamos a los colegios y ellos nos pasan las salas de computación y los computadores. Tienen que tener por lo menos seis para poder trabajar. Ahí, les enseñamos conceptos básicos de programación, para que puedan usarlo en las otras sesiones. Al final, la idea es que puedan utilizar los robots educacionales y otros programas, como, por ejemplo, saber crear una alarma".

Sobre lo joven que se ve, Belén es clara: "Es súper grato y a veces mejor, porque el trato que tienen con los niños y la gente de tu edad es de tú a tú. Al tiro les digo que no soy profe, pero me dicen tía Belén".

Como es un equipo acotado, igual las cosas del taller se las llevan a sus casas. "A veces me toca ir con el robot y otras cosas en la mochila. Lo ideal sería tener un lugar para poder dejar todo, como una sede", afirmó.

Belencita confesó que "la idea es llegar a más niños, aunque el número que hemos logrado hasta ahora igual es significativo, pero me encantaría que todos supieran que la tecnología tiene un ámbito humanitario, de resolver problemas, que se pueden hacer muchas cosas con ella. Es mi sueño".

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