Conoce la nueva y solidaria vida de "Súper Taldo"

"Súper Taldo" no es un personaje local. Ha llegado a ser famoso en el mundo entero". Agustín Gerardo Arenas Cardoza no tenía idea del impacto que tendrían esas palabras. Las que escribió en su novela, cuando apenas era un muchacho de 14.

Jamás imaginó que cuarenta años después su nombre aún sería recordado. Hoy, a sus 54 abriles, no sólo superó los molestos síntomas del Síndrome de Tourette, sino que las burlas de la gente.

Fue justamente su experiencia de vida lo que lo motivó a ayudar a otros. Especialmente a los pequeños, que como él no pueden controlar los impulsos de su cuerpo o los garabatos del tipo "pic." o "conchetuma...".

"Cuando me empecé a recuperar vi que había otras personas que a lo mejor podían o necesitarían una orientación. A mí me habría gustado tener este tipo de ayuda", confesó "Súper Taldo" a La Cuarta.

Su primer consejo lo dio hace diez años. "Era una persona de Rancagua, Gerardo. Con él me entró el bichito de ayudar a otras personas", relató el solidario.

Su compromiso con las personas que sufren de este  trastorno fue tal, que hasta viajó a Barcelona. "Ahí me contactaron y me mandaron hasta los pasajes, fue algo bien bonito la verdad", reveló el corazón de abuela.

AYUDA

Agustín aseguró que le gustaría tener "un programa de ayuda social, al estilo Aló Eli. Para que la gente pueda tener una orientación. La idea sería abarcar más enfermedades. Sé cómo es el  asunto, creo que puedo ser un aporte", avisó.

Una que agradece este apoyo es Alejandra Claussen (40). Su hijo, Martín, de 11 años, también sufre del mismo síndrome.

"Empezó con sus tics a los 8 años. También dice garabatos o se pone a gritar. La gente no para de mirarnos", contó al diario pop.

La madre del menor contó que vio videos de "Súper Taldo". "A mí me daba lata, porque es parecido a lo que hace mi hijo. Pero cuando Don Agustín lo conoció lo acogió tan bien".

Agregó que "él (Agustín) me decía, déjelo, él no puede evitar hacer eso. También me dijo que tampoco tenía que andar dando explicaciones", dijo la mujer.

OPERACIÓN

Desde que supo su caso, Arenas se ha reunido tres veces con la familia. "La gente se pone más nerviosa. Yo estoy acostumbrado, aún me dicen 'Súper Taldo', nadie me conoce por mi nombre", aseveró.

Sobre la ayuda que entrega es claro: "Les cuento que no significa que se recupere altiro, puede tardar algunos años. Quiero ver la posibilidad de que lo puedan operar, hacer un bingo para juntar el dinero, porque sale caro".

Alejandra, que tiene otros dos hijos y apechuga sola con su familia, reveló que  su hijo le hacía "preguntas. Le decía tío cuando era chico y le pasaba eso y lo molestaba, qué hacía. Don Agustín le decía que no lo tomara en cuenta. Que se enfocara en las cosas que le gustan. Estoy muy agradecida, ha sido la única persona que me ha ayudado".

"Súper Taldo" confesó que trata de reunirse cada vez que puede con la familia. "Me pone feliz ayudar a otros. Es algo que haré lo más que pueda y con toda la gente que lo necesite", concluyó.

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