“Dejamos de compartir la cama y eso fue lo más doloroso”: Paulina Urrutia habla sobre crítico momento de su esposo

Foto: Mucho Gusto
Foto: Mucho Gusto

La actriz, dedicada al cuidado de su marido Augusto Góngora, reconoció que “me gustaría un poquito de tiempo para mí. Eso es lo más difícil, encontrar el equilibrio”.

En el Día de la Mujer, la actriz Paulina Urrutia abordó distintos temas acerca del teatro, la pandemia y su vida personal, marcada por la enfermedad de su esposo Augusto Góngora.

En diálogo con Mucho Gusto, la exministra reveló que “para mí fue muy fuerte febrero, que lo trabajé completo. Yo diría que sí, me gustaría un poquito de tiempo para mí. Eso es lo más difícil, encontrar el equilibrio. Es como las vacaciones, esas tres semanas que están estudiadas: una semana para descansar, otra semana para hacer las cosas que uno anhela hacer y la tercera para echar de menos y volver a la rutina”.

“Y yo creo que así nos perdemos todos en la vida, en lo cotidiano; tenemos que hacer tantas cosas que perdemos lo que deseamos hacer, lo que queremos hacer, y eso nos hace bien a todos. En fin, es una cadena de deseos la que se debería armar”, añadió.

De acuerdo a la intérprete, la pandemia “ha sido bien dura para todos. Yo creo que ha sido muy dolorosa para el mundo artístico. El perder la oportunidad de poder seguir trabajando en nuestro oficio, y que además es un trabajo que se hace para los demás, fue muy devastador”.

“Yo he visto en el Augusto esta tarea, que en el fondo es una tarea de vida. Yo hasta el día de hoy amo al Augusto. Claro, hoy estoy más comprometida con el dolor, y por supuesto que creo que nadie merece el dolor. El dolor hoy me tiene muy comprometida con él, pero no siento frustración, siento que es una etapa de mi vida, había que pasar por esto”, complementó.

Respecto al Alzheimer de su esposo, Urrutia señaló que “si bien se pierden todas las capacidades de compresión, hay una lucidez afectiva que es impresionante. Yo dejé de tomar unas pastillas que estaba tomando porque estaba muy desequilibrada. En un momento me dije ‘por qué no lloro, porque no puedo llorar’, y a los tres días ya estaba llorando”.

“Estaba llorando heavy y el Augusto me dice ‘qué pasa’. Yo le dije ‘tengo pena’ y me dice ‘por qué’. Se queda callado y me dice ‘ya, ya’, porque siente igual que un niño cuando uno está mal, nervioso o cuando uno no puede contenerlo”, contó.

“Depende de ayuda para todo”

De igual manera, aclaró que Góngora “está en una etapa del Alzheimer avanzada, bien avanzada, depende de ayuda para todo; para comer, para vestirse, para bañarse, para ir al baño. Está muy deteriorado físicamente. La verdad es que quedó con mucho daño físico y con mucho miedo. Cuesta mucho que camine, que se desplace. Ha cambiado mucho su realidad y la nuestra”.

Eso sí, recalcó que anímicamente “está bien, estamos bien. Eso es lo que hay que hacer; ir acompañando esta enfermedad”. Finalmente, reveló que “dejamos de compartir la cama y eso fue lo más doloroso”.

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