La mano en Brasil tiene a Pablo Guede con las mansas ojeras

El miércoles en la noche, 40 mil almas se retiraban apenadas del Monumental, mientras escuchaban en la radio que Pablo Guede les pedía disculpas y que había que "pasar rápido este duelo".

Lo que el técnico de Colo Colo no sabía era que la eliminación de la Libertadores, tras empatar con Botafogo, le iba a sufrir tanto como el hincha que paga su galera.

"Llevo dos noches sin dormir. Ando fastidioso. Hoy llegué a trabajar y asumo. Me hago cargo de la derrota", soltó el deté.

Luego y tras tirarla pa'l córner en innumerables ocasiones, contó por qué está con ojeras. "No fuimos agresivos en ataque, jugamos mal, no mostramos el nivel de otras ocasiones, tuvimos un gol en contra y un penal no cobrado", detalló.

Y más allá de que esto suena a chiva y que muchos crean que hay menos humo en una pre-emergencia ambiental, en lo último tiene razón el adiestrador che.

EL PENAL DE LA DISCORDIA

En el duelo de ida, hubo un penal clarísimo en el minuto 89 y el árbitro venezolano, Juan Soto, se hizo el de las chacras. No obstante, si mi abuela hubiese cantado rancheras, yo sería Pedro Fernández... "La crítica recae sobre el entrenador como tiene que ser. Yo ante la adversidad me rebelo. Lo único que te puede sacar de esto es el trabajo y yo lo haré para salir campeón", confesó Guede.

Es que el "profe" sabe que se le acabó su cuenta de ahorro y sólo una nueva estrella lo mantendrá en el cargo. "¿Poner mi cargo a disposición si no soy campeón? Eso no puedo decirlo ahora. Si pierdo el campeonato en el último partido, con un penal mal cobrado, no corresponde. Pero si el equipo es un desastre y terminamos séptimos, no hace falta que me pregunten", concluyó.

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