Según reveló el Mineduc, la mayoría de los pedidos son para que vuelvan los alumnos de cuarto medio de comunas que están en fase 3 y 4. Experta plantea qué beneficio puede traer el regreso.
La convicción del ministro de Educación, Raúl Figueroa, quien siempre insistió en que los estudiantes volvieran a las clases en modo Covid antes del cierre del año académico, seguramente llenaría de orgullo al gran Nico Massú.
Y es que el secretario de Estado quizás recordaba las palabras del doble medallista olímpico, que dicen: "nada es imposible, ni una we..."
Y su deseo parece que tuvo eco en algunos directores de establecimientos, ya que según sopló el Mineduc la otra semana 100 colegios abrirían sus puertas. Además, del total de peticiones para abrir los colegios, 645 corresponden a la Región Metropolitana.
La mayoría de solicitudes de reapertura es para alumnos de cuarto medio en comunas en fases 3 y 4. De acuerdo con las cifras oficiales, volverían a clases presenciales alrededor de 148 mil estudiantes en las próximas semanas.
Y no es la única noticia que se informó. Ayer el Ministerio de Educación realizó el segundo balance del plan "Paso a paso, abrimos las escuelas", donde se indicó que hasta el 5 de noviembre existen 1.143 solicitudes de aperturas a nivel nacional, de las cuales 482 establecimientos educacionales ya han abierto sus puertas a lo largo del país.
En tanto, en la Región Metropolitana hay 645 solicitudes de aperturas, de las cuales 307 establecimientos han retomado sus clases presenciales.
¿Vale la pena volver?
Alejandra Arratia, directora ejecutiva de Educación 2020, planteó que para la apertura "es súper importante resguardar que estas sean decisiones conversadas con la comunidad, de tal manera que se puedan hacer cargo de las inquietudes que existen, para que tanto los profesores como los alumnos puedan volver con confianza a clases".
Agregó que "si todo eso se cumple, puede ser positivo volver. Eso sí, sin duda hay que prepararse para el próximo año, ya que probablemente el 2021 sea híbrido".
El regreso, según explicó Alejandra, puede ser positivo, ya que "los estudiantes pueden tener alguna experiencia presencial, que creemos que es algo que igual puede ayudar. Lo más importante eso sí es cómo se hace este regreso. Los estudiantes han tenido un año con muchos sentimientos o situaciones difíciles y es importante que exista un espacio de contención en el colegio para ellos. Al final del día el aprendizaje se basa en los vínculos. Además, si se vuelve pensando como estaba antes, puede ser peor".
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