Miguel Reynoso: "Sería el colmo que me inundara por tercera vez"

ROTURA DE MATRIZ EN PROVIDENCIA, AFECTA LAS CALLES DE SANTIAGO. ROTURA DE MATRIZ EN PROVIDENCIA.
ROTURA DE MATRIZ EN PROVIDENCIA, AFECTA LAS CALLES DE SANTIAGO. ROTURA DE MATRIZ EN PROVIDENCIA.

Miguel Reynoso se despertó con su departamento anegado y el agua hasta el cuello. ¿Lo peor? En 2016 pasó por lo mismo, producto de una avería similar en el sector.

En junio de 2016, una rotura de una matriz de Aguas Andinas inundó a parte de Providencia y Santiago, frente al Museo de los Tajamares, dejando a diversos afectados en las cercanías.

Más de tres años pasaron para que se repitiera la lamentable historia en el mismo sector: se averió otra vez una gran tubería a sólo 20 metros, lo que afectó a los mismos vecinos.

Miguel Reynoso, quien vive en un departamento subterráneo en el barrio Lastarria, sufrió en 2016 y ayer de nuevo se despertó con el agua hasta el cuello. "Eran como las 5. 30 de la mañana y empezó a salir el agua por el guáter. De ahí no paró hasta que me inundé entero. Tenía más de un metro de agua en mi departamento", recordó.

El hombre, de 44 años, solo atinó a salvar lo que más pudo, pero acabó perdiendo casi todo. "Me levanté y comencé a sacar lo que más pude, que en realidad solo fue la ropa. Lo que es refrigerador, lavadora o calefactor, todo lo que es de casa, lo perdí", se lamentó.

Reynoso evalúa sus pérdidas en cerca de 5 millones de pesos. La empresa involucrada ya lo contactó para compensarlo, pero el daño de dejar otra vez su hogar por negligencias ajenas es lo que más le duele.

"No puedo estar acá, porque tienen que venir a limpiar y hacer todo el lavado sanitario. Es un proceso de dos o tres semanas", avisó.

Miguel, junto a las tres personas con las que vive, deberá permanecer por un tiempo en un hotel.

"Es terrible todo, porque pierdes tus cosas y debes empezar de nuevo. Además, ahora estoy sin trabajo, así que más complicado todavía. Da rabia. Solo pasa en Chile. Sería el colmo que me inundara por tercera vez", dijo con pesar.

En la misma calle de Miguel hay una fuente de soda que también se vio afectada. "Se nos inundó la bodega y menos mal nos alcanzaron a ayudar sacando el agua con motobomba, pero todavía no logramos tener un catastro de lo que perdimos", se lamentó Karem Carrasco, dueña del local.

"En 2016 pasamos por lo mismo y debimos tener cerrado unos días el local. Menos mal nos pagarán lo que dejamos de percibir por tener nuestra fuente de trabajo sin funcionar", afirmó la emprendedora.

Los afectados deberán vacunarse contra la hepatitis A, para evitar algún riesgo de infección.

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