Ovejas están salvadas con Huinka y Pitna

Hace cuatro años, Gerardo Ortega se agarraba la cabeza a dos manos, no sabía qué hacer. Las ovejitas de la Agrupación de Ganaderos del Cajón del Maipo pasaron de 1.200 a menos de 600 por culpa de los hambrientos pumas. Pero encontraron solución en patas de unos peludos amigos:Huinka y Pitna.

“Habían días que encontrábamos entre 20 y 25 ovejas muertas. Nos amanecíamos haciendo fuego y con focos solares para ahuyentarlos”, recuerda Gerardo.

Los principales depredadores de las inocentes y abrigaditas ovejas son los pumas y zorros, ambas especies protegidas por ley, por lo que está prohibido matarlos.

El Indap no hizo oídos sordos al tremendo drama que afecta a los ganaderos de todo el país y dio con una técnica con más de 2.500 años de antigüedad: el uso de perros de montaña de los Pirineos.

Estos canes de largo pelo blanco (en la foto) son más tiernos que un osito de peluche, pero su mayor cualidad es que pese a no ser agresivos, defienden a muerte a los animales que consideran de su familia.

“El uso de perros protectores trae evidentes beneficios, ya que permite la convivencia de sistemas productivos ganaderos y la presencia de depredadores carnívoros nativos”, señaló el Director Nacional de INDAP, Ricardo Ariztía.

Con el apoyo de los programas de Indap, varios ganaderos y asociaciones han podido comprar estos cachupines, que valen alrededor de $600 mil.

“Nuestros problemas con el puma eran graves, pero estos perros han sido una maravilla. Llegamos a perder el 73% de nuestras ovejas y ahora estamos con una producción del 80%”, afirma Gerardo Ortega, cuya asociación suma actualmente 1.500 ovejas que pastan tranquilamente por los cerros del Cajón del Maipo.

ADAPTACIÓN

Uno de los precursores de la cría de estos perritos en Chile es Raúl Espinosa (www.perroprotector.cl), quien trabaja codo a codo con el Indap para ayudar a los ganaderos.

“La cualidad de los perros de montaña de los Pirineos es que tienen genes de guardia y de protección. Si tu le enseñas que su familia son las ovejas, cabras, llamas o alpacas, ellos asumen que esa es su familia y así la protegen y la cuidan”, asegura el experto.

Para que estos pacíficos cachupines se pongan como fieras para defender al ganado, deben pasar por un proceso llamado “impronta”, es decir, tienen que crecer con las ovejas, comer y dormir con ellas desde que son cachorritos.

Después de ese período, los perros caminan junto a las ovejas y si hay algún peligro, “ellos se interponen entre el peligro y el rebaño”, agregó Espinosa.

Atualmente hay más de 100 de estos canes repartidos por el país.

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