Una dama que cambió la luma por la palanca de cambios fue la culpable de que un gendarme baleara a un chofer de micro al que pilló haciéndole cuchi cuchi a su esposa en una garita de Alto Hospicio.

Los motores se fundieron a las 6 de la madrugada de ayer, en el terminal de la línea de buses número 3, en Iquique.

Impulsado por las sospechas de que su mujer le tenía la cabeza como alce, fue que el gendarme Iván Moscoso (37) se fue en primera y sin frenar a la caseta ubicada en el sector El Boro.

Los temores del carcelero se confirmaron cuando abrió la puerta de la garita con la guata y pilló a su mujer pasándole los cambios al micrero Maximiliano Guzmán (37).

La clásica escena de la serie "Infieles" volvió loco al funcionario de Gendarmería, quien luego de ver a los amantes a poto pelado sacó un arma de fuego corta.

Después de encarar a la ingrata, Moscoso encañonó al patas negras y le pegó un balazo en el hombro.

Guzmán tuvo que ser auxiliado por sus compañeros de trabajo, los que se encargaron de llevarlo al consultorio de Alto Hospicio. Sin embargo, debido a la gravedad del pencazo, el micrero fue internado en el Hospital de Iquique.

El gendarme fue detenido por la policía en el mismo lugar donde intentó echarse a su rival de amores.

Detectives de la Brigada de Homicidios (BH) de Iquique informaron que el carcelero abrió fuego con su arma particular y no con el fierro de la pega.

Debido a que todavía faltan pericias por realizar, la detención del gendarme se amplió hasta mañana.

Iván Moscoso será formalizado por el delito de homicidio frustrado.