El centro cultural amaneció completamente pintado de rojo y negro, eliminando para siempre las expresiones artísticas que lucía desde el 18 de octubre.
A cuatro meses del estallido social, el Centro Cultural Gabriel Mistral (GAM) se transformó en un ícono urbano del descontento social. Núcleo de reuniones ciudadanas en la Región Metropolitana, el espacio público acogió una serie de murales que expresaban el sentir creativo de miles de artistas y manifestantes. Sin embargo, una mano maletera de pintura borró las expresiones artísticas que decoraban el lugar.
Según testigos, un grupo de encapuchados atacó el edificio durante la madrugada del miércoles, y con pintura roja y negra, borró para siempre los mensajes, en una acción que generó la indignación incluso de la administración del centro cultural.
"Como centro cultural creemos en la integridad del arte en todas sus formas de manifestación. Condenamos este hecho que vulnera nuestra institución, nuestra libertad y que borra parte de la historia que Chile estaba escribiendo", afirmó la institución a través de una declaración.
Según los caporales del recinto, el ataque al edificio, ubicado en Alameda con Portugal, rompe el sentido de reunión de distintas expresiones que fomenta el GAM y el rechazo es transversal. Tanto así que incluso desde el Gobierno condenaron el hecho.
"Las expresiones artísticas que se desarrollan en el marco del respeto y coordinación con los espacios culturales, centros culturales, que administran las municipalidades, deben ser respetadas, valoradas por la comunidad y bajo ningún punto de vista atacadas", indicó el ministro (s) de las Culturas, Juan Carlos Silva.
Volveremos al GAM
La artista visual Paloma Rodríguez ocupó la fachada del GAM para mostrar sus pinturas y manifestar su descontento ante las desigualdades sociales. Ayer sus obras amanecieron pintadas de rojo furioso, acción que lejos de amedrentar a la artista le dio un nuevo impulso para crear nuevo arte.
"Lo que hicieron me parece que es parte de la censura que se vive en las calles del país, pero lo que hicieron fue darnos un lienzo nuevo para crear otros mensajes", comentó la artista, quien aseguró que desde hoy comenzarán a restaurar los murales.
"En el arte callejero hay códigos, el primero es que sabemos que es corto y va mutando. También que no se puede rayar sobre la pintura de otro artista, por lo que ahora tenemos más espacio para hacer nuevos mensajes, esta vez ligado a lo que se viene en el plebiscito", sentenció.
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