¡Poli manilarga se pasó al lado verde oscuro de la fuerza!

Más perdido que Tarzán en el Día de la Madre se sentía el carabinero Víctor Andrés Henríquez Vera (21), ya que por seis meses vistió el uniforme de las carabinas cruzadas, hasta que un día decidió pasarse al bando del lado verde oscuro de la fuerza.

El compadre, apenas ingresó a la institución fue destinado a la Subcomisaría Carrascal en Quinta Normal, donde al toque tiró licencias, algo que llamó la atención de sus compañeros de unidad.

"Venía poco al trabajo y pasaba con licencia. No llevaba mucho en la institución y desconozco las amistades que tenía afuera", señalaron a La Cuarta algunos polis que vieron a Víctor ponerse firme y portar un revólver.

El lunes 13 de febrero Henríquez y su partner Adrey Grandón Zamora (20) salieron a hacer de las suyas y se pelaron una camioneta. Sus colegas de institución lo pillaron rodando por San Bernardo en el vehículo y en menos tiempo de lo que dura el beso de un marido le dieron la PLR.

"Habían sido formalizados (Henríquez y Grandón) hace poco tiempo por el delito de receptación en el Juzgado de Garantía de San Bernardo. En esa oportunidad quedaron con medidas cautelares, ya que no poseían antecedentes penales", contó el fiscal Luis Jaramillo de la Fiscalía de Flagrancia Oriente.

BANDO CONTRARIO

Una vez que Henríquez fue liberado por la justicia, luego que decretaran 60 días de investigación por ese caso y ya sin vestir el uniforme, decidió volver a hacer de las suyas. La noche del martes último se pegó un feroz portonazo en Las Condes.

"Utilizando armas a fogueo intimidan a un sujeto y le quitan su camioneta. Se realiza una persecución que encabeza la víctima la que se comunica con carabineros quienes los interceptan en la comuna de Providencia, huyen a pie del vehículo y son detenidos posteriormente recuperándose las especies", agregó el fiscal Jaramillo.

El ahora ex carabinero, que mandó a la punta del cerro los valores y ética de la institución, fue sentado en el lugar de quienes alguna vez detuvo, esposado y con la cabeza gacha.

Ahí fue formalizado, junto a su compinche Adrey, por el delito de robo con intimidación, decretándose que pase dos meses en el penal de Santiago Uno, mientras dure la investigación, por considerar que es un real peligro para la seguridad de la sociedad.

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