La pareja hizo una parada relámpago en el Palacio de Buckingham para visitar a la monarca antes de llegar a Países Bajos, su destino final.
A comienzos del 2020, la pareja real conformada por el Príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, anunciaron que renunciaban a sus títulos y cargos con la Corona de Inglaterra para llevar su vida aparte, alejados de la monarquía británica. El anuncio fue seguido de una serie de confesiones por parte de la pareja, entre las que destacaban violencia psicológica hacia Meghan, y comentarios racistas hacia su primer hijo, Archie.
Desde ese momento que se ha mantenido una relación por lo menos tensa entre la familia, incluso Harry comentó que desde el anuncio no había vuelto a hablar con su padre, Charles, y que la relación con su hermano William se había quebrado, pero intentaban recuperarla.
El años pasado Harry regresó sólo a Inglaterra para presentar un monumento en honor a su madre, Diana, pero aclaró que es inseguro para él regresar sin la protección policial necesaria, esto debido al constante acoso de la prensa. Es en estas circunstancias que la pareja visitó esta semana por primera vez a la Reina Isabel II desde su separación de la Corona.
A pesar que desde el Palacio de Buckingham no se han referido oficialmente a esta visita, medios británicos aseguran que la pareja no solamente visitó a la Reina, sino que para hacerlo antes debieron hablar con Charles y su esposa Camilla, con quienes las relaciones eran más tensas.
No se sabe si esta visita marcará el inicio de un reencuentro en la familia real, pero el próximo junio se celebran 70 años en el trono de la Reina Isabel II, momento en que la pareja debería visitar el país. Por ahora Harry y Meghan continuaron su viaje hasta Holanda, donde se celebrarán los juegos Invictus, organizados por Harry para veteranos de la guerra.
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