Tempranito comenzó a sacudirse este vapuleado calcetín de noble tierra chilensis: A las 02.01, en Lebu, Octava Región, los vecinos creyeron vérselas de nuevo con un mortal terremoto y tsunami y arrancaron a los cerros.

Y no eran puros rollos, ya que el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), dijo que el remezón alcanzó los 5,7 grados Richter y su epicentro se ubicó a 40 km al noreste de la localidad.

Por su litro, la Onemi sapeó que el sismo provocó la interrupción del suministro eléctrico: "El incidente mantiene a aproximadamente 20 mil personas, siendo ésta la totalidad de la población de la comuna".

Y Carabineros dejó sentado el drama sicológico de los de Lebu: "Producto de esta situación, parte de la comunidad realizó autoevacuación hacia las zonas altas", consignaron los verdes.

Repuestitos en la punta del cerro, comenzaron a calmarse, fumarse unos puchos hasta que, 26 minutos después, otro remezón: 5,2 grados Richter, con epicentro a 35 kilómetros de la ciudad.

Y para matar la noche, a las 02.38, otra coctelera: 4,7 Richter, a 15 kilómetros al noreste de Lebu. No duermieron.

En la tarde, cuando la cosa parecía del pasado, a las 15.50, otra vez la espantadera: 5,7 grados Richter y con epicentro a 11 kilómetros al noreste. Los lebuínos no querían más.

Pero el susto no sólo se cernió con los de Lebu, ya que se hizo presente en otras ciudades de la Región del Biobío, así como en las del Maule y la Araucanía.

Pero la inquieta Tierra no quiso que pandiera el cúnico sólo en el sur, ya que a las 16.36 se sacudió la pampa y las ciudades de la Primera Región, con 5,2 grados en la escala de Richter.

Según el sapeo de la Onemi, las intensidades en la escala de Mercalli fueron: En Iquique, Alto Hospicio, Pozo Almonte y Huara, III grados; Pica y Camiña, II grados.

No hubo personas lesionadas, ni alteración de los servicios básicos ni daños en la infraestructura.

Sólo daños en la psique de los nortinos, mismo diagnóstico que comparten con los sureños.