Tercera edad, con licencia para conducir

¿Por qué prohibirles la posibilidad de manejar a los más ancianos? ¿Para qué hacerles la vida más difícil? O acaso, ¿pretendemos que su felicidad quede en panne?

En Chile, se puede conducir a partir de los 18 años y sin límites de edad. El hecho de que no exista limitación para el manejo de nuestros más "viejitos" ha generado una serie de debates. Para algunos, la menor audición, la falta de reflejos o el efecto de tener una respuesta más lenta a los cambios de iluminación, además de una menor agudeza para detectar los objetos en movimiento y el mayor tiempo necesario para procesar la información, puede significar estar expuestos a dramáticos accidentes.

Pero, ojo, la población mayor es más prudente, y tienen menos infracciones; lo cual debe ser considerado a la hora de cualquier análisis. Me apoyo en el estudio realizado por Conaset: Desde el 2017, la edad máxima de un conductor de autos, buses o camiones, de categoría profesional, es de 70 años en todo el país, según lo establecido por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Además, una vez por año hay que revalidarla entre aquellos conductores que tienen una edad que fluctúa entre los 70 y 75, y cada seis meses para los conductores mayores de 76 años.

De acuerdo a las últimas cifras de Conaset, un 92% de los adultos mayores afirma que usa el cinturón de seguridad cuando sube al vehículo, un 83% prefiere no manejar con alcohol o fármacos en el cuerpo, y un 67% realiza mantenciones periódicas a su auto. Además, un 75% de los ancianos evita realizar frenadas bruscas y un 85% ha declarado circular con todos sus documentos al día.

Aprendiendo más del tema y sumando a los expertos, me atrevo a ofrecerles algunos consejos: Evite manejar si ha pasado una mala noche o está con un tratamiento médico que reduce las capacidades…

No conduzca en las horas punta y los trayectos complicados. Prefiera siempre los recorridos conocidos, durante el día y no en la noche, y vaya acompañado.

Finalmente, conduzca lento. Evite manejar rápido. Es muy peligroso. Deje a la vida que cruce a gran velocidad y al tiempo que vaya a prisa. Usted y sus canas lo saben mejor que nadie. Hágase a un lado, déjelos pasar. El accidente, generalmente, no toca la bocina.

Y ojo que somos un país que va envejeciendo y creo que ya sería momento de ir adaptándonos en muchos aspectos para vivir en una sociedad integrada por adultos mayores. Si estamos creciendo en edad sería bueno hacer las cosas con más sabiduría.

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