El técnico albo se defendió con uñas y dientes cada vez que le preguntaron por la salida de Orión y descartó una rebelión... ¡por ahora!
Mario Salas entró a la sala de prensa del Monumental, sabiendo que todas las preguntas apuntarían a la polémica salida de Agustín Orión de Colo Colo.
Estaba a la defensiva. Incluso, intentó desvirtuar el trabajo periodístico diciendo que todo era mentira. Pero lo cierto es que la partida del arquero provocó un quiebre y se fraguó tras una charla que tuvo con el adiestrador de los blancos.
"Yo no voy a desclasificar nada. Sin duda que conversé con él, pero eso queda en Agustín y en mí", reconoció el "Comandante". Y luego deslizó el contenido de ese hablamiento, cuando agregó: "no doy puestos de titular, espero que ahora quede claro. Eso se gana para cualquier jugador... Agustín toma la decisión por motivos personales de dejar el club".
Luego, el rugbista le tiró la pelota a los jugadores y tiró en que si se quieren rebelar, deben decírselo en la cara. "Doy espacios para conversar, he dado espacios y no me han dicho absolutamente nada. Tengo situaciones para dar veracidad a las cosas. Más encima entrenaron perfecto, estamos muy enfocados en Everton. Y si en algún momento eso sucede, estaremos acá conversándolo", enfatizó.
Por último, Salas desmintió el informe del juez José Cabero ("estas cobrando puras we...") y anunció que buscará rebajar las dos fechas de castigo que tiene en Copa Chile.
"Sostengo que al árbitro no le dije ningún garabato. Sí reclamo en forma airada y no debería ser. Tengo gente que me graba, que trabaja conmigo y llegamos a conclusiones. Reclamo en forma airada, pero no digo garabatos", concluyó.
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