Con sólo 19 años, el Ajax holandés vino a buscar al central de la "U", estuvo 10 días, jugó un amistoso, hizo un gol, pero su representante pidió una tonelada de plata. "Quedé con la espinita de jugar más tiempo en Europa", dijo.
Waldo Ponce fue el invitado de #LaCuartaenCuarentena la noche del lunes, programa que se emite por el Instagram Live @Lacuartacom, instancia en donde recordó lo mejor de su carrera pelotera que lo convirtió en referente de la "U" y de la selección, donde fue uno de los regalones del proceso de Marcelo Bielsa.
"Llegué a la 'U' a los 15 años cuando le compraron mi pase a San Felipe, pero antes vine cuatro veces a probarme, dos de delantero y dos de defensa, tuve que machetear y arreglármelas para estar acá", comentó el hombrón.
En 2000, con César Vaccia de técnico, tuvo su primera vez en el "Romántico viajero", quien lo aguantó pese a todo. "Me dio mucha confianza, echó mano a la cantera y le funcionó, me acuerdo que en mi debut en un torneo amistoso me mandé un feroz condoro ante la Liga de Quito, pero igual me dio confianza para jugar en Primera", dijo.
Pero cuando Ponce ya se estaba afirmando en el Bulla, llegó una propuesta única para el zaguero: irse a probar al Ajax.
"Fui a unas pruebas en Holanda, todo muy lindo, entrené 10 días en el plantel, anduve muy bien, me jugué la vida para ingresar", narró Waldo, quien dejó tan sorprendidos a los dos veces campeones del mundo, que llamaron a Chile para que su representante fuera a negociar con ellos, pero ahí todo se derrumbó.
"Se cayó por un tema de un representante que pidió lo que valía Messi a esa edad. Nunca supe cuánta plata fue, pero fue exagerado, porque de la nada me dijeron, tienes que volver a Chile", acota.
Ponce cuenta que "hice bien las cosas, viajé solo y cuando hubo que negociar todo se derrumbó, no entiendo qué pasó, me ilusioné mucho, pero cuando este tipo llegó me mandaron para la casa. Yo me quería quedar en el Ajax, tuve la mala suerte que no se dio, aunque después me convertí en el primer chileno en jugar en la Bundesliga (Wolfsburgo, 2003), me hubiese encantado hacer carrera en Europa", aunque después jugó en 2010 en el Racing de Santander.
- ¿Y por qué quiso ser representante?
Para que los jugadores no vivieran lo mismo que yo pasé. Pensaban más en el bienestar de ellos que en los jugadores, pese a eso, siento que son un mal necesario.
- ¿Es verdad que en la Roja tuviste el don de controlar a Gary?
Compartimos pieza, es un jugador al que quiero mucho, del que aprendí y que hay que saber entenderlo. Gary, cuando lo conocí, quería pegarle a quién se le cruzara. Ha manejado mucho su ímpetu, pero eso pasa porque es un ganador innato.
- ¿Te consideras regalón de Bielsa?
Fue un técnico que me marcó y confío mucho en mí, fue mi mejor época en la Selección, me sentía un aporte, disfrutaba jugar, me llevó a cumplir el sueño de un Mundial, sólo me quedó la espinita de no haber jugado en las Copas América donde Chile fue campeón. Si las lesiones no me hubiesen afectado tanto, quizás pude estar ahí.
- ¿Por qué no firmaste en Colo Colo?
Porque soy de la "U", me ofrecieron tres veces lo que ganaba, la "U" no pagaba hace meses, pero quiero a mi club.
Emprendedor de zapatillas y autos
Antes de abandonar la actividad en la U. de Concepción, Waldo ya se había sumado al mundo empresarial, donde mantiene con vida dos negocios: zapatillas personalizadas y una serviteca en San Joaquín.
"Creo que debo tener unas 300 zapatillas. Siempre que viajaba con un club o de vacaciones lo primero que hacía era comprarme una. Por eso 'Ar3a.cl' es un proyecto muy propio y tan importante para mí. Todo aquel que sea amante de ellas puede meterse a la página, comprar y despachamos, súper fácil".
El bicho también afectó la normalidad de "Waldini", ya que "por la cuarentena hubo que cerrar la serviteca, que durante las últimas semanas también estuvo media lenta, pero es un negocio donde se aprende mucho y sigo en contacto con la gente. Muchos me ven en la oficina y me siguen pidiendo fotos", cerró.
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