Hasta arregló la motorhome de patiperros

Eduardo Vargas cumplió el sueño de una familia chilena que llegó a verlo a México en su casa rodante: grabó un sketch, pagó el hotel y se encargó de los gastos mecánicos de la "Cholita".

Hace un año y ocho meses, el talquino Antonio Carrasco (35) se aburrió de la rutina en la Septima Región, y junto a su mujer, Cecilia Parra, y sus dos hijos, vendieron todo para cumplir el sueño de recorrer América y llegar a Alaska, Estados Unidos.

Pero dicha travesía tenía una letra chica, ya que el viaje sería arriba de la "Cholita", una micro que la familia compró y que enchuló para transformarla en una motorhome con todas las comodidades necesarias para hacer patria en el continente.

Y tras recorrer más de ocho países arriba de su nave, donde los ahorros y el trabajo de artesanía los hicieron salir a flote, la familia patiperra llegó a México a comienzos de esta semana, aunque con la pena de haber perdido a la perrita que los acompañó.

Ya en el país de la enchiladas se enfocaron en cumplir el sueño del hijo mayor, Santiago (10), quien quería conocer a Eduardo Vargas. Así, la "Familia Callejera", como es conocida en redes sociales, llenó de mensajes al "Edu", y gracias a la intervención de su esposa, Daniela Collet, se pudo generar el contacto.

Para sorpresa de los chilenos, el ex delantero azul los invitó al hotel donde estaba concentrado junto a Tigres, de cara al duelo del miércoles pasado ante Saprissa, por la Concachampions, y la experiencia fue inolvidable.

"Fue muy cercano, le llamó la atención nuestro viaje. Es muy sencillo y humilde. Nos soltamos conversando, el hueón pa' allá y el hueón pa' acá, nos sentimos chilenos. Nos preguntó dónde nos quedaríamos, y le dijimos que en la casa rodante afuera del estadio, para ver el partido", contó Antonio, en diálogo con La Cuarta.

- ¿Qué pasó ahí? En la tarde nos mandó un mensaje y nos citó al hotel. Tenía una habitación reservada, con todo pagado, comida y tragos. Al otro día fue a ver a la "Cholita", nos preguntó qué más necesitábamos y nos regaló las entradas para ir al estadio. Además, grabó un sketch para nuestra cuenta en Facebook.

-Tremendo corazón del "Edu"... Uff, nosotros con sólo verlo 10 minutos estábamos felices. Un colaborador de él nos regaló camisetas originales para todos y ahora nos ayudó con temas mecánicos. No sabemos de precios, pero es mucho lo que aportó y sigue mandando mensajes para lo que necesitemos, es un ser humano extraordinario.

- ¿Le dijo algo sobre la Roja? Conversamos de la Selección, pero eso queda ahí. Eduardo Vargas es una persona muy sencilla, solidaria y educada, muy querendón con su familia también. Lo recordaremos como una persona muy sociable y predispuesto a ayudar.

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