Carlos Bahamondez ahora se llama "Colo-Colo" y ni ha vibrado en la ruca

Como toda la vida lo conocieron por el club de sus amores y decidió convertir su apodo en nombre de forma oficial. La historia del chillanejo es de película, pues sobrevive de la venta de condimentos y por eso sólo ha podido alentar al Cacique una vez en sus 63 años, y en el sur más encima.

El pasado 1 de septiembre de 2018, se publicó en la sección III del Diario Oficial la resolución judicial que legalizaba el cambio de nombre de Carlos Bahamondez Sánchez, por el de Carlos Colo-Colo Bahamondez Sánchez. Tal cual, así se llama ahora este chillanejo de 63 años, quien lleva al Eterno en el corazón, y apenas salga el último trámite legal también lo hará en el carné.

"Nunca tuve segundo nombre. Parece que mi papá me dejó el espacio justo para que me pusiera Colo-Colo, y la verdad es que cumplo con un sueño que arrastro toda la vida", dijo el hombre en el mismo living de su casa a La Cuarta, diario al que no se le mueve una hoja sin que lo sepa.

Pero la historia, obviamente, se arrastra desde que el mundo era en blanco y negro. "Mi familia entera es del Colo, salvo por un hermano chico que tuvo malas juntas y se hizo chuncho. Mis abuelos, papás, tíos y todos eran colocolinos, y entonces la gente en la calle, los amigos y todos los que me conocen me han dicho Carlos 'Colo-Colo'. Por eso siempre he sentido que ese es mi nombre", contó con la "7" puesta.

Así, cada fin de semana, los cabros de la población Los Volcanes 8 lo ven pasar en su bicicleta, con su camiseta, la de Paredes, la de la Libertadores o esa que le firmaron los jugadores, más un cintillo, gorro y banderín al viento. O sea, un fanático con todas sus letras.

"Por décadas veo los partidos en el restorán España 78 de acá de la avenida España (en Chillán). Antes para los clásicos también iban hartos chunchos, pero como siempre pierden, ahora ya no van y llenamos el local de puros colocolinos. Mejor, mucho mejor así", explicó Bahamondez.

La deuda

Sin embargo, y pese a su profundo amor por la alba, sólo ha podido ver al Cacique una vez en directo. "Es que no tengo plata. Trabajo vendiendo bolsitas con condimentos. Paso por algunos locales de acá del barrio o en el mercado, entonces no me alcanza". Y claro, se le cayeron sus lágrimas.

Obviamente, tiene su propio Dream Team del Popular, integrado por Rojas, Galindo, Garrido, Rafa González, Coco Rubilar, Chamaco Valdés, Jorge Valdivia, Carlos Caszely y Esteban Paredes.

"Mi favorito de todos los tiempos es Caszely, pero de los de hoy me gustan Valdivia y Paredes, de hecho el único partido que he visto en el estadio fue por una Copa Chile, acá en Chillán, y ganó Colo Colo 5 a 0, con goles de Esteban. Más encima cumplí mi otro sueño, que fue ir a cantar con la Garra Blanca", recordó.

Como testigos del trámite judicial, llevó a sus dos hijas porque "ellas siempre me apoyaron con esto, están contentas con la decisión que tomé, y yo, orgulloso".

Mientras espera sólo un par de timbres para oficializar su nombre en el carné, Carlos Colo-Colo cuenta su último sueño: "Ir a ver jugar al Colo en el Monumental, con la Garra Blanca de fondo". Y claro, pues una vez estuvo en Santiago para ver el tema de unas acciones del club que compró su papá y quedó con las ganas.

"Con mi señora pasamos a ver el Monumental por fuera y a conocer el museo. Grabamos un video de ese viaje y fue ahí que los jugadores me firmaron la camiseta. Hoy me llamo Colo-Colo y eso me da más fuerzas para llegar a cumplir ese sueño", confesó.

Y no habló más, porque justo lo llamaron al celu. Adivine cuál era el ringtone.

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