Cobresal relaja la azotea rumbo al retorno del fútbol

Mineros volvieron a la sala para charlas y test sicológicos de manejo de ansiedad en la vuelta al fútbol, tras pasar la pandemia encuevados y aislados en El Salvador. "A todos nos afecta distinto vivir acá", dice Felipe Reynero.

Cuando el anhelado regreso de la pelotita ya está a la vuelta de la esquina, en nuestro fútbol los equipos siguen estirando las piernas para no guatear en las canchas. Pero casi tan importante como el físico, también lo es la cabeza, sobre todo si algunos estuvieron encerrados más de cuatro meses en el lejano mineral de El Salvador.

Por lo mismo, en Cobresal no quieren sorpresas y ya están con picota en mano trabajando los detalles para que sus jugadores vuelvan como tuna. Y claro, la ansiedad por correr como "Naruto" en las canchas más de algún problema puede traer, como andar pasado de revoluciones y ver la tarjeta roja, además de las siempre cuáticas lesiones post pandemia.

Con ese historial a lo largo del peloteo mundial, los dirigidos de Gustavo Huerta tomaron nota y se pusieron a tono para estar todos de cabeza en modo Zen. Fue así que ayer en plenas dependencias de Codelco, volvieron a sus años de escuela para tener una charla con capas de la sicología.

"Desde el año pasado que estamos con especialistas, solo que ahora las sicólogas son nuevas por el tema de la pandemia. Empezaron los jugadores más chicos con las charlas y después fuimos nosotros, sobre todo viendo el tema de la ansiedad, además de lo tensional de cada jugador acá en El Salvador", dice Felipe Reynero, artillero del equipo.

Fútbol y algo más

- ¿Se necesita más apoyo sicológico por haber vivido el encierro aislado en el campamento? Si bien la idea de la charla era enfocada en el regreso a las canchas, claro que afecta el vivir estas situaciones en un lugar así. A todos nos afecta distinto pasar la pandemia acá en El Salvador, generalmente a los chicos les cuesta más, sobre todo al tener sus familias mucho más lejos, por eso empiezan con ellos trabajando.

- ¿Y para usted fue muy terrible encuevarse por esos lares? Los que estamos con nuestras familias llevamos una vida más normal dentro de todo esto, pero siempre es buena la ayuda sicológica. Acá la vida en pandemia es muy parecida a la que llevamos siempre, porque antes de esto tampoco podías hacer mucho, a lo más salir de la casa un rato.

- ¿Tan así? Sí, quizás por ahí en los días libres uno podía ir a Copiapó, al cine o dar una vuelta a la playa. Pero ahora estamos así, saliendo solo para entrenar, haciendo charlas y esperando le regreso del fútbol.

- Los vimos en la sala separados y con mascarillas, tal como los niños en colegios chinos... Jajá, así mismo. Estábamos separados en los puestos con todos los resguardos y protocolos necesarios. Cada uno llevó su lápiz, mantuvimos la distancia y tuvimos la charla junto con el test de Toulouse. Todo esto es algo que le viene muy bien a los jugadores.

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