Con la partida de Johnny Herrera, Cristóbal Campos le peleará el puesto al "Tuto" De Paul. Con 20 años, el golero ya cuenta con dos locales de comida rápida que son famosos en Talagante.
El día en que Johnny Herrera salió de la "U", Rodrigo Goldberg fue claro para hablar sobre el futuro del arco: "Cristóbal Campos lo más probable es que sea el segundo arquero y es una apuesta grande por nuestra cantera".
Un mensaje que llegó a los oídos del portero de 20 años, que vive junto a su padres en Lonquén. "Es un desafío, pero siempre lo ha sido. Tengo que vivir cada momento, cada día, sin pensar a largo plazo para mejorar. En cada entrenamiento ir sintiéndome más preparado, más maduro, porque sé que soy joven, me falta mucho, pero día a día me propongo más", se sincera Campos a La Cuarta.
El candado, que lleva 11 años atajando con la camiseta de la "U", donde llegó con nueve calendarios en el cuerpo desde Cobresal, es un cabro centrado. Por lo mismo, ha invertido en dos locales de comida que le permiten tener un respaldo económico a su corta edad.
"Mi deseo es vivir bien y tener a futuro algo estable. Me ha costado mucho. No nací en cuna de oro, pero con sacrificio se consiguen muchas cosas. Mis padres me lo han ido proponiendo, hasta que uno entiende y a la vez madura. Quiero hacer cosas que uno sueña, quizás a no tan temprana edad", contó en el primer mano a mano junto a La Cuarta.
- Tan joven y ya preocupado del futuro...
Me gusta ser así. También puedo decir que con 18 años recibí un premio de la Selección y con eso me hice una casa, la arrendé y así he ido creciendo.
- ¿Cómo se llama el local?
Cris Sabrosón Lonquén. Hay otro, que fue el primero, que es el Sabrosón La Islita. Tenemos comida rápida y almuerzos.
- ¿Manos para atajar y para cocinar?
No, muy poco. De chico que me ha hecho casi todo mi mamá, soy un poco mamón. Pero de esas mismas cosas que ha hecho por mí he ido aprendiendo, y ahora de a poco hago el intento de conseguir más.
- ¿Tiene algún referente?
He cumplido uno de los grandes sueños de compartir con el mejor de acá, el mejor de la década, que es Johnny. Él me ha ido aconsejando y haber estado a su lado fue un paso gigante.
- ¿Le daba consejos?
Nos llevamos bien. Adentro de la cancha, en cada entrenamiento, es donde hay que poner todos los sentidos para pelear el puesto. Tenemos buena relación con Johnny, con De Paul. En general, todos los arqueros nos cuentan lo que han vivido como personas y los secretos del puesto.
- La idea de Azul Azul es darle tiraje a los de casa...
El especio siempre va a estar cuando uno tiene condiciones, es cosa de verlo. Pero el jugador se debe proponer algo más allá que un contrato, que salir luego del club, de apresurar los procesos.
- Es ahí donde varios se pierden, ¿no?
Hay muchos ejemplos de jugudores que se pierden, pero siempre es por detalles, irresponsabilidad, que van por otros pasos. Querer grandes cosas sin haber conseguido primero lo que se espera de uno, es un error.
- ¿Tú te sientes preparado?
Me ha costado el proceso, pero en estos dos años con el plantel me he ido sintiendo más maduro, que es lo principal, y centrado en lo mío. A veces no basta con un entrenamiento en la mañana de dos horas, tienes que hacerlo en la casa. Uno mejora otras cosas físicas, que quizás en el club no desarrolla, trabajando aparte. Es vital, cada vez que se pueda, tener una rutina por cuenta propia.
- ¿Imagina su primera salida a la cancha como titular?
Lo he tratado de vivir. Fui varios partidos citado y lo que me causa más emoción es la hinchada. Se siente el respaldo, me gustaría sentir eso saliendo a la cancha, porque es muy lindo contar con el apoyo de la gente. Recibo muchos mensajes, ellos cuentan con uno, y uno cuenta con ellos.
No cambia por nada el aire libre y los caballos
Con la tranquilidad de Lonquén, Campos vive día a día, donde asegura que la paz del lugar no la cambia por nada. "En el campo es otro ambiente, te recargas todos los días y no hay estrés. A cualquiera le gustaría estar acá", comentó.
Pero otras de sus grandes pasiones son los caballos, donde ahora tiene a "Maximus" y "Altanera". "De chico tenía y me gustaban de antes que el fútbol. Tuve como 10 caballos, pero ahora no están por lo mismo, cuando uno siente la necesidad y no hay recursos tiene que recurrir a otras cosas y lo tuve que dejar de lado. Poco a poco he ido recuperando lo que me apasiona fuera de la cancha", cerró.
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