Con una lágrima en la garganta y hasta con la mirada perdida en la cancha del Estadio Nacional, Felipe de Pablo relata su paso por la U. de Chile, donde estuvo como Gerente de Operaciones y recientemente como Gerente General.

Y claro, el ahora Director Ejecutivo de los Panamericanos 2023 fue más allá del horizonte y ayer dio el vamos con su nuevo desafío, comandando la cita continental de Chile.

Por lo mismo, uno de los patrones que a fin de mes dejará oficialmente Azul Azul, analizó su ciclo en el CDA, recordando el episodio de agosto pasado, donde él y su familia fueron atacados y amenazados por barristas del Bulla en casa de sus padres.

"No fue una decisión fácil. Quedo tranquilo, porque fuimos un aporte, no metimos en problemas a la 'U' y no tocamos un peso que no correspondía. Lo del ataque, tendría que haberme ido al otro día, me amenazaron y tocaron a la familia, pero la verdad me voy como un hincha más", comentó a La Cuarta.

¿Rajó en buena? El hombre no la pensó dos veces y de una aclaró que en el Bulla "fue un buen pasar. Vine a apoyar y se realizaron bastantes activaciones, salidas en conjunto con la hinchada, un éxito operacional que hasta la Selección nos tomó como modelo. Llegué de Audax y me voy como un azul más, estoy seguro que con optimismo y fe nos salvaremos del descenso", cerró.

Con un ojo en 2023

De cara a los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago 2023, donde se invertirán US$507 millones de dólares y 10 nuevos recintos. De Pablo señaló que "esta es una fiesta deportiva y social. Los centros después deben ser utilizados por la gente, sino, no tiene sentido".