El inesperado protagonismo de Firulais en el Sudamericano de Veleros

Perro se robó las miradas en el Campeonato Sudamericano de Veleros Optimist.

En toda una celebridad se convirtió esta semana "Firulais", un perro mestizo que se las arregló para ser protagonista en el Campeonato Sudamericano de Veleros Optimist, que finaliza este viernes en la Cofradía Náutica del Pacífico de Algarrobo, con participación de 169 jóvenes timoneles de 17 países.

Desde hace algunos meses, "el rucio", como también es conocido, aparecía esporádicamente en las afueras del club náutico. Y como buen "quilterry", siempre con muy "buen olfato" para las ocasiones especiales, como cócteles y competencias internacionales.

Esta vez, acompañó el desfile inaugural de las delegaciones, desfilando junto a los veleristas desde la puerta del club hasta la costanera (cerca de un kilómetro) y esperó pacientemente para mostrar su alegría, haciendo su aparición y revolcándose sobre el escenario justo en medio del discurso de las autoridades.

En los días de competencia, en tanto, se paseó "como perro por su casa" por Algarrobo, saludando a los competidores y recibiendo cientos de caricias de los niños navegantes. Incluso, acompañaba a los jueces de ida y regreso hasta el hotel donde alojaban.

Pero su última gracia fue que se mandó fue monumental. Decidió nadar desde la playa hasta la cancha de regatas, cerca de cuatro kilómetros y medio, para alentar y ver competir de cerca a sus nuevos amigos.

Preocupados por su integridad y por la baja temperatura del agua, los organizadores lo embarcaron en el bote de los Jueces de la Regata, donde a ladrido limpio intentó poner orden en la flota y evitar cualquier falta al reglamento. Luego, para que no tuviera que nadar de regreso a la costa y se expusiera incluso a una hipotermia, se activó el protocolo de seguridad y se organizó su rescate en una embarcación del club.

Y como advirtieron que tenía una herida en una de sus extremidades, llamaron al Departamento de Medio Ambiente de la Municipalidad de Algarrobo, que a los pocos minutos dispuso su traslado a una clínica veterinaria, para su curación y chequeo médico.

"Firulais", obediente, ingresó al canil y partió donde el "perriatra". Y aunque no quiso hacer declaraciones, prometió volver para la ceremonia de premiación, que por suerte se realizará en tierra firme.

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