La promesa que Marcelo Espina cumplió: trajo un jugador sin tatuajes

Después de varias semanas de misterio, de danza de nombres merodeando Pedrero y de arduas negociaciones por parte del gerente deportivo albo, al fin Marcelo Espina presentó a quien está llamado a ser el reemplazante del sempiterno goleador Esteban Paredes en la ofensiva colocolina.

Y como se estila cuando llega compañero nuevo a algún club, Nicolás Blandi fue presentado oficialmente a los medios de comunicación, tras el "reguleque" 2 a 2 entre los albos y Godoy Cruz de Mendoza, en el último partido de pretemporada de los dirigidos por Mario Salas.

Acompañado por el patrón del fundo Aníbal Mosa y, a estas alturas, el padrino "Calamar" Espina, el artillero argentino se puso la casaquilla blanca en su primera conferencia de prensa como jugador del "Eterno Campeón".

Luego de las primeras impresiones del goleador, y al ser consultado por algún otro posible jugador que pudiera llegar a Macul, Espina se dirigió a la prensa y les recordó la "pista" que hace meses tiró en relación a los refuerzos que en el futuro traería.

Sacando pecho

"Cumplí lo que les prometí hace seis meses. El próximo jugador que iba a traer no tenía tatuajes. No tiene tatuajes", comentó entre risas.

Y la prensa que habitualmente cubre al Cacique valoró la "palabra" de Espina, que efectivamente había dado luces del delantero que llegaría a la Ruca. Eso sí: la inmaculada piel del argentino podría cambiar, pues el tatuador de los futbolistas, Marlon Parra, se ofreció a rayarlo.

"Las puertas de mi estudio están abiertas para él. Ojalá se anime, en una de esas viene con Pablo Mouche, que en algún momento quedó de agendar una hora", explicó el profesional de la aguja.

Eso sí, Parra explicó que "son los futbolistas chilenos más fanáticos de la tinta que los trasandinos", y que "lo que más piden son diseños relacionados con la familia y la religión, y mayormente en tonos grises, muy poco color".