Aparentemente la selección chilena habría implementado nuevas "costumbres" tras el triunfo ante Paraguay y Venezuela.
Tras el triunfo de Chile ante Venezuela, amplia expectativa se genera alrededor de la Selección, debido a la manera en que sacaron "fuerzas" para continuar en pie camino al Mundial de Qatar 2022.
Esta semana, la sección "El Deportivo" de La Tercera compartió una crónica de los jugadores de La Roja, señalando que los integrantes de la selección tuvieron una importante reunión donde dejaron de lado sus egos y diferencias por un bien común, el triunfo de Chile.
Según el sitio, el "cambio de chip" habría iniciado el pasado 7 de octubre, cuando Chile perdió ante Perú, señalando que en la aeronave que los trajo al país, nadie decía ninguna palabra producto de la frustración de estar al borde de la eliminación de las clasificatorias y que el director Martín Lasarte buscó la manera de dar vuelta la situación citándolos a una importante reunión.
"Hubo espacio para asumir culpas… El entrenador instó a sus jugadores aceptar, también, su parte. El mensaje era contundente. No era Lasarte ni eran los jugadores quienes se quedaban fuera del Mundial. De Qatar se quedaban fuera todos", señalaron, revelando que hicieron un juramento.
"Ganar como sea los partidos que queden o, al menos, la mayor parte de ellos. Paralelamente, se cerró otro pacto: se acababan las individualidades. Chile y el Mundial estaban por sobre cualquier interés particular. El DT fue claro, como no lo había sido hasta ese momento. Los egos deben dejarse de lado para pelear en serio por ir a la Copa del Mundo del próximo año", sería parte del trato, pero no lo único.
El diario reveló que la Selección estaría compartiendo más, que la "Generación Dorada" que ocupaba dos mesas en las comidas, se estarían distribuyendo con los demás jugadores para mejorar el ambiente y que incluso surgieron nuevas cábalas.
Las Cábalas
Una de los nuevos "rituales" para triunfar, sería quitarse la tensión y nervios a punta de gritos. Tal como aseguran, lo hicieron el pasado jueves cuando la selección antes de salir a San Carlos de Apoquindo se gritó a la cara, golpeándose en el pecho en una especie de arenga a lo "Vikingos".
Incluso el director técnico, Martín Lasarte habría implementado una nueva creencia, utilizando su buzo en los partidos desde el triunfo ante Paraguay, asociando que la ropa formal fue lo que llevó a la derrota en el comienzo de su gestión.
Si bien ninguno ha descartado ni confirmado las nuevas técnicas, podría ser que estas creencias y el nuevo compañerismo de La Roja sea lo que permita que los seleccionados nacionales se destaquen y lo dejen todo en la cancha.
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