La "Longaniza Mecánica" prendió la parrilla y llevará su sabor a la Primera División

Ñublense goleó a Copiapó para consagrase campeón de la Primera B y terminar con su peregrinaje en los potreros. Los chillanejos tuvieron que ganarle hasta al coronavirus para poder regresar al fútbol grande.

Hoy en Chillán están hablando despacito y seguramente las Gatorade deben estar agotadas.

Es que la fiesta ayer en la ciudad histórica fue hasta tarde (con mascarilla y distancia social, no como otros), pues Ñublense dejó los potreros y volvió a la división de honor.

En un partido redondo, donde la presión de ser campeón no le peso a los dirigidos por Jaime García, la "Longaniza Mecánica" arrasó con Deportes Copiapó desde el inicio. Y para que vea que no estamos mintiendo, les contamos que la estadística del primer tiempo dictó que los sureños dispararon cuatro veces al arco y marcaron tres goles.

El partido

Todo comenzó con un dominio absoluto de los locales, quienes obtuvieron su premio a los veinte minutos con un golazo de Mathias Pinto (la clavó al ángulo).

Obra de arte que dejó helado a los nortinos y sin capacidad de reacción, pues sólo cuatro minutos después David Escalante aprovechó una gran jugada colectiva para anotar el segundo.

Instante preciso para que las y los más optimistas fueran a buscar el espumante al refri y comenzaran con las celebraciones. Y razón tenían, ya que Pinto repetiría a los 29', terminando otra buena jugada colectiva de los rojos.

El ascenso ya estaba en sus manos y si alguien tenía duda, el segundo lapso fue una nueva sinfonía del ahora monarca.

Es que cuando el "León de Atacama" intentó hacer más honrosa su participación en los festejos, Óscar Ortega marcó un doblete (49' y 52') y logró la "manita" para ponerle la guinda a la torta.

La emoción

Llegar hasta la cima no fue fácil. Es más, tal como todo el mundo, debieron pelear contra la pandemia. De hecho, García estuvo en la UCI, conectado a ventilador mecánico, con neumonía en sus pulmones.

Pero la vida le regaló otra oportunidad y ayer celebró con sus pupilos la hazaña conseguida (estuvieron cinco años en la 'B').

"Prefiero los 'locos lindos' y estos con estos cabros nos prometimos algo y lo cumplimos", aseguró el adiestrador en CDF. Y el capitán del elenco, Nicolás Vargas, lo llenó de elogios. "El 'profe' desde que llegó dijo que teníamos todas las condiciones para ser campeones y todo esto es gracias a él", concluyó.

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