Pucón tendrá a su abuelita vitamina

Aída Milinarsky (71) será la competidora más longeva del próximo Ironman 70.3, que se disputará el 13 de enero. Recién a los 50, esta pediatra viñamarina se dedicó a hacer deporte, aunque no por eso se deja de tomar sus traguitos.

A las 6 de la mañana comienza el día de Aída Milinarsky, la viñamarina de 71 años que será la verdadera abuelita vitamina del próximo Ironman 70.3 de Pucón. Su semana se divide entre los entrenamientos de natación, bicicleta y running, además de sus pacientes, ya que la más longeva de los deportistas que actuará en esta versión de la clásica competencia además es pediatra.

Para Aída trabajar con niños es una puerta para masificar el deporte, lo que ella considera fundamental para un buen estilo de vida. "Hay que tratar de ser un ejemplo, tengo todas las medallas en mi consulta y los niños las ven y se interesan, esto es calidad de vida", cuenta con el corazón llenito de orgullo.

Además de sus pacientes, Milinarky se motiva con en el apoyo de su familia, lo que a la larga es la mejor de las vitaminas.

"Todos me apoyan, tengo un hijo que ha corrido varios Ironman conmigo y una nieta que ha corrido dos trikids, arrastré a toda mi familia al deporte" agrega entusiasmada y, sobre todo apoyada, pues su marido le pone el hombro y viaja por el mundo con ella, de competencia en competencia.

Pero esta madre de 3 hijos y abuelita de 7 nietos no ha sido deportista toda la vida. Comenzó a entrenar recién a los 50 años ¡y ni siquiera sabía nadar! Sin embargo motivarse a cruzar la meta le cambió la vida.

"Puedo con todo, lo veo como calidad de vida, mi profesión es dura y hacer deporte es una liberación", pasa el aviso para decir que el carné no es una barrera para subirse a los podios.

El 2008, a los 60 años, compitió en su primer Ironman, pero en esa ocasión no le fue muy bien. Aún así Aída sigue intentándolo, aunque ganar no le quita el sueño.

"Lo más importante es completar la carrera, no importa el lugar, para mí llegar a la meta ya es un premio de la vida", dijo convencida.

Sin embargo, los entrenamientos no lo son todo. Para llegar a competir en el triatlón más rudo del sur del mundo, Milinarsky suma a su rutina una estricta dieta, que la mantiene fresca como una lechuga.

"Navidad o Año Nuevo, me levanto igual, como cualquier día, me puedo tomar un traguito, pero siempre me cuido", agregó con la disciplina de monje o fakir.

Aída Milinarsky pertenece #ironwoman, el team femenino de Gatorade, que busca destacar la participación de las mujeres en el triatlón y dar a conocer sus esforzadas historias de vida.

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