Reinaldo Rueda no ocultó su ofuscación por el baile que le dio Perú a la Roja. Reconoció que pensó en cambiar el once antes del partido. Le prestó el ropero entero a Gabriel Arias ante el horror que cometió en el segundo gol.
El profe Rueda ayer no aceitó la máquina. Dirigió a un Chile desdibujado, abúlico, sin ansias de jugar, sorprendiendo a todos en el Arena Gremio, que esperan que la Roja luchara de igual a igual ante Perú.
Digiriendo el 3-0 en contra, Reinaldo Rueda se paró en conferencia de prensa para intentar explicar el bochorno.
"No entramos en el juego, pueden influir muchos factores en el juego, porque Chile no mostró la actitud, ni la agresividad", fue la primera declaración del DT.
Para "Rei" el partido sufrió un cambio en el segundo gol, que él definió como "una ingenuidad nuestra que resuelve el partido. Perú es un equipo que hace buen fútbol, que estuvo en una buena noche, si lográbamos el descuento podíamos remontar el marcador, pero no tuvimos la agresividad en los duelos, el temple que nos caracteriza".
¿Pero por qué pasó la derrota Chile?, el colombiano fue claro en decir: "Pasa por lo futbolístico y lo psicológico, quisimos jugar la final antes de la situación, jugamos pensando en el domingo, en la posibilidad de estar en la final, pienso que ahí nos sorprende Perú, el marcador no pasaba por la cabeza de nosotros".
Y esas dudas que Chile mostró en la cancha, también las tuvo el jefe en su cabeza. Es más, confesó que pensó en cambiar el 11 que entró a la cancha y derrotó a Colombia. "Hoy quizás la óptica de los periodistas es que había que hacer los cambios más tempranos, usar otros nombres, antes del juego pensé en modificar el 11, pero no es fácil hacer un 11", comentó.
Pese a que no hizo un buen partido, "Triple R" respaldó a Arias, asegurando que "Gabriel ha hecho un campeonato muy bueno y mostró un gran rendimiento. Sacrificar a Gabriel no corresponde, hoy el colectivo fracasó".
Finalmente, destacó que "hay que tener la hombría, ellos fueron mejores, tuvimos un alto porcentaje de balón, pero ya era tarde. La ambición era llegar a la final, pero aún no sé qué factor influyó para marcar la diferencia en el juego. Toda la responsabilidad es mía y tenemos que revisar en qué fallamos", cerró.
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