“Aquí hay un pecado madre que no es de Gareca, el pecado madre es dirigencial”.

Con esta afirmación, el ex DT de la Roja, Claudio Borghi, comenzó un profundo análisis respecto al nuevo fracaso de la selección chilena.

“Yo dije que me parecía mal que viniese un entrenador solamente con la obligación de clasificar al Mundial, sin tener obligaciones sobre lo que es el trabajo de selecciones menores y de un proyecto deportivo”, apuntó el Bichi en ESPN.

“Claro, Gareca vino con todos los antecedentes muy buenos de su carrera y de lo que había hecho en Perú. Cuando tú no conoces la educación de un país, y acá me voy a cansar de decirlo: cuando yo no sé la costumbre, los caracteres, las personalidades de los jugadores, cuando tengo que conocer el medio y no estoy en el país, cuando tengo que ver partidos y no los veo, cuando tengo que visitar a jugadores y no he convencido, cuando tengo yo que armar equipo, y la verdad que varía mucho de lo que dice la gran mayoría, a pesar de que es el especialista, es el técnico, y alguna vez lo dijo: yo sé de esto, yo trabajo de esto, pero en algunos partidos parecía que no, que no trabajaba de eso, ni conocía el medio”, complementó.

Finalmente, Borghi planteó que “los pecados que se cometieron fueron graves. Después de cada proceso, después de términos de campeonato, siempre se sacan algunas conclusiones ante qué hicimos bien, qué hicimos mal, qué dejamos, en qué no equivocamos, y créeme que en estos últimos tres entrenadores que hubo en Chile, cuesta entender qué se hizo y qué quedó y adónde se apuntó. Me parece que fueron tres entrenadores completamente diferentes entre sí, y bueno, Gareca llegó por el clamor popular quizás, y a veces el clamor popular no es lo que realmente se necesita”.

Repasa el análisis de Borghi