Carla Jara relató asalto que sufrió mientras paseaba a mascota: reacción descolocó a pato malo

"Al ladrón le respondí que no tenía miedo, grité como loca", reveló.

Si hay alguien que dijo "menos mal que acabaste, 2020", además de quien debía poner las luces en la Torre Entel, esa fue Carla Jara, pues cerró el año de la peor manera: ¡la asaltaron a punta de pistola!

La actriz y ex bailarina del naftalínico Mekano contó en Instagram que un malulo, como diría el Tío Emilio, la encañonó, pero ella fue más fuerte. "Me pusieron un arma mientras paseaba a mi perrita (...) Grité, no sé si fue una buena reacción, pero ya que no me pasó nada, que estoy viva y en mi casa, pienso que fui muy valiente", sostuvo.

Al ser consultada por La Cuarta, la pareja de Kaminski explicó que "fue una experiencia horrible, de verdad que la pasé muy mal. Eran cerca de las 22.00, iba a ser un paseo cortito por el toque de queda. De pronto vi que un tipo en moto pasó como tres veces al lado mío, y yo pensé que estaba perdido o algo. Luego paró y se me acercó", recordó Jara.

¿Y entonces?

Tenía un banano y creí que iba a sacar un celular para preguntarme la dirección, pero mostró una pistola y me apuntó en la guata. Ahí me dice 'entrégame el celular y el reloj'

¿Qué hiciste?

Recién había saludado a una vecina que estaba regando, y no sé qué se apo-deró de mí, pero le dije que no le tenía miedo y que no le entregaría nada. Grité como loca, '¡ayuda, ayuda, vecina, ayúdeme!'. No sé si me escuchó alguien, igual había poquita gente en la calle.

El relato de Carlita Jara

¿Qué hizo el tipo?

Como que se asustó o algo, y se subió a la moto y salió arrancando. Ahí me puse a correr con mi perrita para tratar de llegar a la casa, y le gritaba al Kami. Me salió a recibir y lo único que hice fue dejar a mi perrita y me puse a llorar a mares. Sentía de todo, entre rabia, miedo, impotencia. Es impresionante que ahora no puedes ni salir a pasear a tu perro por miedo a que te asal-ten, y con pistola.

Te arriesgaste...

Creo que ya está bueno, antes uno podía salir a andar en bicicleta o jugar con los vecinos, ahora ni eso. Qué terrible.

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