“Me caía pésimo” e “Intentó darme un beso”: Pamela Díaz contó su historia de amor con Jean Philippe Cretton

Pamela Diaz y JP Cretton.
Pamela Diaz y JP Cretton.

“La Fiera” se remontó a los tiempos en que ambos trabajaban juntos en CHV, para luego relatar cómo empezó a fluir la buena onda entre ellos.

“Es primera vez que estoy con alguien que tiene tatuajes”, confesó Pamela Díaz sobre su pololeo con Jean Philippe Cretton en Juego textual (Canal 13).

“La gente que tiene tatuajes me parecen muy sexy, pero no todo el mundo”, agregó. “Es porque estoy enamorada, seguramente”. Fue esa última declaración la que sorprendió a la panelista Chiqui Aguayo, quien se definió como “seudo-amiga” y aseguró que nunca la había escuchado decir “estoy enamorada”.

Luego, procedió a contar cómo surgió su pololeo con el animador. A principio, “nunca tuve una relación con ‘Jean Phi’”; de hecho, aseguró que “me caía pésimo”, al punto de que tenían un vínculo que “era ‘hola y chao’”. Es más, contó que recientemente conversaron al respecto y “él me dice que yo nunca le remaba en sus cosas”.

Incluso recordó sobre sus tiempos en La noche es nuestra (CHV), “hablaba algo en reunión de pauta” y ella “lo agarraba pal leseo”, contó.

“Intentó darme un beso”

En un momento, la panelista María Jimena Pereyra le preguntó: “¿Qué era lo que no te gustaba de él?”. Y Pamela, fiel a su estilo, contestó que “nada me gustaba”; por ejemplo, recordó que encontraba fomes los chistes que hacía con su compañero Felipe Vidal.

Recién “empezó la buena onda cuando hablamos”, aseguró sobre los tiempos en que ya dejaron de trabajar juntos. Aparte, mencionó que le empezó a atraer “cuando se cortó el pelo”; aunque ahora le gusta cómo le quede la cabellera larga, a pesar de que actualmente no la usa asi.

Eso sí, al comienzo “había un coqueteo, pero no nos gustábamos”.

Sin embargo, en un momento, la situación empezó a cambiar: “Él intentó darme un beso, las primera veces que salimos”, intentos que ella describió como “esos besos cuneteados”. Es más, recordó, “me trató dar en el auto”, es decir, “una vez lo fui a dejar yo y me trató de dar un beso”. Sin embargo, reveló, “le dije que no, que era una niña decente y que era cuando yo quería; no cuando él quería”.

Sobre un pololeo que ya va para los tres años, que ha incluido uno que otro quiebre y distanciamiento de conocimiento público, confesó: “Recién ahora tenemos una relación más madura, mucho más abierta, más de conversar”.

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