En un nuevo capítulo del programa de Canal 13 “Aquí Somos Todos”, mostraron un particular testimonio de una madre que se encerraba en el baño a llorar.

Todo partió cuando revelaron el testimonio de Javiera, una madre de dos niños que nos comentó que, muchas veces, por la frustración se encierra para llorar y tener su momento de desconexión.

Javiera partió comentando que ella es mamá de Vicente y Florencia, sin embargo, a raíz del estrés se encierra en el baño y llora muchas veces.

“De repente las mamás estamos sobrepasadas como mujeres, mamás, trabajadoras, emprendedoras. Yo soy emprendedora. Entonces también uno se colapsa”, mencionó.

“Lo que pasa es que de repente los niños no hacen caso, aunque tú les digas. Se ponen a discutir entre los dos (...) Entonces cuando estamos desbordados con trabajo, los niños y no tenemos a nadie que nos ayude con esas cosas, decimos, ya a ver, respiramos, hay que hacer aseo, bañar a los niños, acostarnos. Le decimos a los niños y ellos dicen ‘no, no, no’”, comentó.

Fue en ese contexto, la periodista Priscilla Vargas, quiso comentar la situación que vivió hace unos días.

“Te voy a decir una cosa, Javiera. Tengo niñas de 15 y 13 años, y yo soy súper buena onda. Tengo mucha paciencia, pero llega un minuto en el que se me colpa la paciencia y puede salir lo peor de mí”, partió diciendo.

“No les voy a soportar ninguna cosa, no me pidan nada”

La animadora reveló que hace dos días había salido del canal, a eso de las cuatro de la tarde, cansada. Tuvo que correr tras la jornada y no había almorzado.

“Voy a buscar a una al colegio, la llevo al dentista, porque ella está de cumpleaños hoy y quería estar sin frenillos. Voy a buscar a la otra que se le ocurrió ir a la casa de una amiga. En el regreso dicen ‘es que queremos comer comida chatarra’. Cuando estoy en la fila de la comida chatarra, siete de la tarde, sin haber almorzado y haber trabajado durante todo el día, le digo ‘va a llegar un pedido del súper, ¿quién va a ir a buscar el pedido y quién va a sacar al perro?’. ‘No, que ella vaya’, dicen”, dijo Priscilla Vargas.

“Me entregan el pedido de la comida chatarra, me pasan las bebidas, les pido que alguna me la lleve y dicen ‘no, que la lleve ella’. Ahí me entra la indiada, me toma la ira”, enfatizó.

Fue en ese momento cuando Priscilla alzó la voz y les lanzó el feroz reto.

“‘¡Todo no!, ¡que esto!, ¡no, que ella!... Mejor hubiese tenido un hijo’, imagínate lo que dije”, reveló.

“La próxima vez que me digan que no, no les voy a soportar ninguna cosa, no me pidan nada”, dijo Vargas.

Finalmente, dijo que “yo iba manejando con ira, me fui callada a la casa. Después se organizaron entre ellas, agarraron los pedidos del supermercado, la otra fue a sacar al perro. Yo como no hice nada, de repente veo la mesa puesta, la comida chatarra adornada en la mesa y una copa de espumante... Debe haber sido una catarsis de dos minutos, intenso. Me dolía la garganta. Fue sin garabatos, subí harto el tono, pero quedaron tan peinadas para atrás que nada, lavaron ellas la loza y yo me fui a dormir”.

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