Sandra Bustamente tiene aguachaditas las gaviotas

Tras seis años fuera de los medios, la ex Calle 7 y polémica chica reality, volvió como la encargada de entregar los premios en el Festival. Tiene nueva vida, tres niños y asume que en su pasado televisivo cometió muchos errores por "querer figurar".

Seis años tardó Sandra Bustamente en volver a la TV y en un rol que jamás imaginó: como la encargada de entregar la Gaviota, de plata y oro, todas las noches en el Festival de Viña. Cada jornada, la modelo argentina, ex Calle 7 (TVN) y chica reality en "Amazonas" (CHV), entra elegantemente al escenario llevando el ave dorada al artista de turno.

"Camino bien despacito, con mucho cuidado... Es un trabajo que me tiene muy contenta, porque me llamaron cuando menos lo esperaba, lo estoy disfrutando mucho, y hasta dije una mentirita para quedarme con el puesto, jajajá... Dije que tenía departamento en Viña y no era así, ups", cuenta Sandra sobre este regreso a la pantalla, que la pilla con una vida totalmente distinta a la que tenía antes de dejar los medios, donde figuró por polémicas, peleas mediáticas y uno que otro destape.

Hoy, a sus 30 y tantos, es madre de tres niños, de 5, 3 y una beba de 1 añito, orgullosa dueña de casa y miembro de una iglesia anglicana. Cambio en 180 grados que partió cuando, después de muchos intentos fallidos, logró embarazarse. Luego, siguió agrandando la familia. Vivió en Puerto Varas donde emprendió negocios que fracasaron.

De ahí se fue a Mendoza, donde la crisis económica la combatió con su marido vendiendo pan que ella misma amasaba todos los días, facturas, tortas y un sinfín de productos. En 2016 vuelven a Chile donde sus amigos no le han fallado y trabajo no le ha faltado; de hecho, acaba de firmar para hacer un catálogo de Mohicano Jeans. Larga vuelta que recuerda con nostalgia y, de paso, reconoce que fue un aprendizaje más.

"Ahora soy otra Sandra, con los pies bien puestos en la tierra. Volví a la tele para quedarme, si es que me quieren dejar jajajá. Deseo que la gente me dé la oportunidad de conocerme realmente como soy, que no se quede con lo que vio de mí antes. Ahora todo lo que digo lo pienso, medito y no es así cuando una es joven. Comentí errores, porque una es cabra chica, impulsiva y con ganas de figurar", reflexionó.

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