"Yo me fui. Ya no estoy", era la idea que pasaba por la cabeza de Fernando Solabarrieta en el año entre 2023 y 2024 en que estuvo entregado a la droga y el alcohol. Solo. Encerrado en su departamento. Sin comer y sin dormir. Separado de Ivette Vergara, su mujer durante tres décadas, madre de sus tres hijos y quien siempre lo había salvado antes. "No me morí de de causalidad", ha dicho el periodista de 54 años.

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En Podemos Hablar el comentarista deportivo relató que durante su vida ha lidiado con la adicción: "Por años coqueteé con excesos, consumo de alguna sustancia que permitiera anestesiarme. Para quienes somos adictos hay una frase muy sentida... Ese slogan dice que 'somos hermanos del dolor', y que cuando nosotros buscamos alguna sustancia, alcohol, droga, lo que sea, lo que estamos buscando es calmar un dolor interno muy fuerte. Y por años yo hice eso".

La ex figura de diversos canales, radios y medios de alguna manera había mantenido controlada la enfermedad. Pero después de su rehabilitación en México, en 2023, recayó como nunca en la droga. Califica esa etapa con palabras como "descontrol" y "consumo feroz".

"Hubo un momento en que se me descontroló completamente. Y ese descontrol fue tan grande, y de aumento de la frecuencia y de la cantidad del consumo, que pasé momentos muy duros, de tal cantidad y frecuencia de consumo, que Dios me dejó acá por alguna razón que agradezco", dijo en Podemos Hablar.

"No quería que nadie me enjuiciara, que nadie me dijeran nada, quería que me dejaran solo, por única vez en la vida hacer lo que yo quería, que era la estupidez más grande que estaba haciendo. Contestándole solo a mi madre para explicarle que estaba vivo. Desperdiciando trabajos", relató el esposo de Ivette Vergara.

"Descansaba poco. Me alimentaba poco. Un cuerpo de más de 50 años que descansaba poco, se alimentaba poco y que consumía en esa cantidad es un cuerpo que nadie se explica por qué no sufrió un problema mayor. Por eso estoy tan agradecido de Dios", detalló sobre esos días en que, durante las noches solo, "anestesiado" e insomne, le daba vueltas al tema Feel, de Robbie Williams, quien también pasó por la adicción.

Hasta que, tras el peor año de su vida, su mujer y su hija aparecieron para rescatarlo.