El rescate de Ivette Vergara, su último tratamiento contra la adicción en Miami y la lucha diaria de Solabarrieta: "Yo voy a estar bien cuando pueda cumplir un largo tiempo limpio y eso todavía no ocurre"
El rescate de Ivette Vergara, su último tratamiento contra la adicción en Miami y la lucha diaria de Solabarrieta: "Yo voy a estar bien cuando pueda cumplir un largo tiempo limpio y eso todavía no ocurre"

Fernando Solabarrieta está en medio de la batalla más importante de su vida: dejar la adicción a drogas y alcohol luego de la peor recaída, una que duró un año, entre 2023 y 2024 y en la cual "no me morí de casualidad".
(Mira el último capítulo de Brutality, el webshow de Glamorama, con las revelaciones de la candidata a Miss Chille Inna Moll:)
Fueron meses que pasó solo, aislado, sin responderle a nadie, solo a su madre; separado de Ivette Vergara y sus tres hijos; sin comer ni dormir, entregado a un consumo "feroz" y "descontrolado", según narró en Podemos Hablar.
El periodista de 54 años perdió a su esposa y sus hijos y había podido perder la vida. Hasta que apareció su esposa desde hace 24 años y madre de sus hijos, a rescatarlo.
A mediados de 2024, el profesional no le contestaba ni le abría la puerta a nadie. Fue idea de su mujer, de quien estaba separado, contactarlo con la familia Lucay León, quienes en 2014 "adoptaron" a Solabarrieta en el programa Adopta Un Famoso, en TVN. Entonces el comentarista de deportes llegó al hogar de los feriantes de San Bernardo y pasó varios días con ellos. Forjaron un lazo que perdura hasta hoy. Entonces, Fernando les contestó y les abrió la puerta.
En Podemos Hablar relató como los Lucay León iban dos veces por semana a verlo, a cuidar de él, y le recomendaron asistir a cultos evangélicos. Lo hizo y, durante su tercera vez, se encontró con Ivette y su hija Maite, de 23 años. Estaban allí para rescatarlo.
Según el reporteo de Glamorama, otra vez Vergara se hizo cargo de él. Ivette le dio un ultimátum: tenía que rehabilitarse y probarle durante un buen tiempo que estaba limpio de alcohol y drogas para que retomaran su relación amorosa.
Solabarrieta realizó un nuevo tratamiento, esta vez con ondas magnéticas cerebrales, durante tres meses en Miami. En diciembre, su hija Maite tenía una acto de gran importancia en Tulsa, Oklahoma, donde se encontraba desde jace un año estudiando. Ivette viajó y aprovechó de pasar a buscar a Miami a su marido, para asistir juntos al compromiso de Maite.
La pareja, que continuaba separada, a pesar de las versiones de "reconciliación", regresó a Santiago. Nadie más podía estar con Fernando en el proceso contra la adicción, donde por obligación debía pasar siempre acompañado. Por eso Vergara lo volvió a recibir en la casa familiar.
Todo iba bien. Finalmente el matrimonio retomó su relación de marido y mujer, pero Solabarrieta no se ha rehabilitado de manera total, contó en Podemos Hablar:
"Estuve súper bien. Después tuve una recaída, después volví a hacer un par de mantenciones y en eso estoy. Pasé de un nivel de descontrol total a realmente estar en condiciones de poder decidir, cosa que antes no podía, estaba tan atrapado...
"Yo estoy mejor, pero no estoy bien todavía. Quiero ser súper sincero. Yo voy a estar bien cuando pueda cumplir un largo tiempo limpio y eso todavía no ocurre", explica.
"La mala noticia es que vamos a ser adictos hasta que nos muramos", sentencia.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo último
Lo más leído
2.
3.
4.