"La encuentro espectacular, especialmente cuando hace pasarela", opina Inna Moll, quien representa a Vitacura en el Miss Chile para Miss Universo, sobre la Miss Santiago Antonia Casanova. "Tiene mucha pasta para Miss", agrega Naty Chilet, la comunicadora que ha participado en seis certámenes, partiendo por el Miss Earth en 2005.

Antonia, a los 23 años, llegó esta semana al webshow Brutality, de Glamorama, con la banda puesta y toda la determinación del mundo.

(Mira el último capítulo de Brutality, con Antonia Casanova hablando del sacrificio de una candidata a Miss Chile, del por qué no le gustó estar en el reality Gran Hermano y de la nula relación con su padre:)

La hija de Yuyuniz Navas, sobrina de Krishna Navas y nieta de Eli de Caso, explicó la dedicación y profesionalismo que deben tener las 25 concursantes al cetro que recuperó brillo y popularidad gracias al triunfo de Emilia Dides hace un año.

"Cuando entré, las primeras semanas iba bien, estaba cachando, no sabía. Pero ya después, cuando tuvimos la imposición de banda, que te ponen la banda de tu comuna, ahí dije 'yo tengo que ganar esto'.

"Además de los días en que tenía clases de pasarela, que es súper importante, llegaba a mi casa y estaba hasta las doce de la noche con los tacos puestos, en la sala de eventos. Bajo, llevo el espejo, lo cuelgo, y empiezo a hacer la pasarela durante dos o tres horas sin parar".

La joven detalla que, a diferencia del 1987, cuando Cecilia Bolocco ganó el Miss Chile y luego el Miss Universo prácticamente sin ayuda, sola, hoy las chicas tienen que armar sus equipos, con maquillador, diseñador de ropa, peluquero y todos los asesores que el presupuesto de cada candidata tenga. Porque todo sale del bolsillo de las postulantes.

"Es muy caro todo y no hay nadie que te costee las cosas. Todo lo que yo trabajo, voy y lo invierto. Y siempre estoy buscando otras formas de hacer unas lucas extra", detalla. "Porque mientras más tengas para invertir te puedes comprar un mejor maquillaje, unos zapatos más bonitos, una ropa más linda. Todo".

Para ella, todo esfuerzo e inversión vale la pena, porque el certamen le gusta, y el ser Miss lo lleva en la sangre. "Cada vez que me paseaba en la pasarela no sentía eso de '¡qué nervio! ¡quiero hacerlo rápido! ¡quiero terminar!'. Lo pasaba increíble, estaba feliz. Cada vez que me tocaba salir, yo estaba '¡voy!'", explica sobre ese talento que tiene.