Como para tener mucho ojo…

Eso de creerse el propietario o la propietaria, dueño o dueña, el o la capataz, el patrón o la patrona, el o la káyser, el jefe o la jefa de la verdad, de ser infalible y de continuar con un pensamiento inerte a cualquier estímulo que pueda venir, ya no corre después de este año que recién pasó. Puede ser muy exagerado, pero sí que en 2018 se desencadenó una serie de hechos y situaciones que ha, obligadamente, modificado la forma de percibir el entorno social del país. Y queda de manifiesto en nuestra edición aniversario número 34, donde hemos recopilado 34 hitos que de una u otra forma antes y después de ellos los minutos y las horas no son los mismos.

Cayeron personajes famosos por abusos sexuales, la Iglesia fue golpeada, hubo fenómenos televisivos que cambiaron la forma de mirar la pantalla a cualquier hora, aparecieron mujeres detrás de una pelota de fútbol que le transformaron la cara a un deporte -equívocamente- mirado sólo para hombres a nivel mundial. Una Daniela Vega, transgénero, que nos lleva a las grandes ligas del cine con un Oscar para Chile. Y otros momentos y personajes relevantes más. Los ejemplos antes mencionados son puntuales, pero indesmentiblemente el que sabe de qué hablamos se pregunta si de ahí en adelante nos quedaremos con el ropaje de la indiferencia. Difícil.

En 1935, en la historia de la Sicología, nació una de las pruebas proyectivas más curiosas en el estudio de la mente. Es el denominado test de Szondi y tiene que ver con la forma de pensar del ser humano frente a su destino. Y en este se establece cómo hechos afectan en la evolución de la personalidad. Lo que no significa que cambiar de opinión deja de lado nuestras esencias. Yo tendría ojo con este 2018. Mucho ojo.

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