Donald Trump casi fue conectado a un respirador cuando enfermó de covid-19

Un reporte del New York Times señala que el mandatario tenía sus niveles de oxígeno muy bajos y su estado de salud empeoró mucho más de lo que se admitió públicamente. Además sufrió una complicación pulmonar asociada al virus.

Mientras padeció el coronavirus, el estado de salud del entonces presidente de EE.UU, Donald Trump, tuvo muchas complicaciones. Un informe del New York Times señala que la condición del mandatario fue bastante más grave que la admitida públicamente, lo que incluso, llevó a los especialistas a evaluar la posibilidad de conectarlo a un respirador mecánico.

La información publicada por el medio, asegura que en un minuto la situación fue de cuidado. Los niveles de oxígeno del entonces mandatario estadounidense eran "extremadamente bajos" en un momento dado, ya que cayeron por debajo del 90 %. La enfermedad es considerada de gravedad cuando este indicador baja del 95 %.

Además,  Trump -de 74 años- sufrió un problema pulmonar asociado a la neumonía provocada por el cuadro de coronavirus. En rigor, aseguraron las fuentes consultadas por el NYT, el presidente padeció de infiltrados pulmonares. Se trata de una situación que ocurre cuando los pulmones están inflamados y contienen sustancias como fluidos o bacterias.

Al hospital por las buenas o las malas

Por todo lo anterior, la situación de Trump era de cuidado. Según el Times, antes de ser trasladado al hospital militar Walter Reed, a las afueras de Washington, se pensó en conectarlo a un respirador mecánico. El día en que ocurrió el traslado, el pasado 2 de octubre, solo se informó a los medios que el presidente tenía fiebre y problemas para respirar. Pero todo indicaba que su estado era de cuidado.

Hay que sumar otro factor. El periódico asegura que en principio, el mandatario se resistió a hospitalizarse. Solo accedió cuando sus asistentes le informaron que podía salir de la Casa Blanca caminando, o en caso contrario, arriesgarse a ser trasladado a la fuerza por los agentes del Servicio Secreto.

Mientras estuvo ingresado en el Walter Reed, el equipo médico de Trump le restó importancia a la gravedad de la situación y aseveró que estaba mejorando. Pero según el Times, los datos son concluyentes y es muy probable que el empresario fuese sometido a un tratamiento en extremo agresivo para recuperarlo. Además, corrían contra al tiempo, pues por su edad y sobrepeso, era un paciente de alto riesgo.

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