La orden más cruel del príncipe Mohámed bin Salmán

Mohámed bin Salmán es virtualmente el rey de Arabia Saudita. Lo llaman "Señor Todo" y la CIA lo acusa de ordenar el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

El príncipe heredero al trono de Arabia Saudita está en el ojo del huracán. The Washington Post reveló que, según la CIA norteamericana, Mohámed bin Salmán habría ordenado el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, un opositor a la gestión de la monarquía que desapareció en octubre, tras visitar el consulado de su país en Turquía para pedir unos papeles para poder casarse.

El príncipe como tal tiene sólo el cargo, porque debido al alzahimer que sufre su papá, Salman bin Abdul Aziz al Saud, Mohámed es quien reinaría en el país de 32 millones de habitantes que disfruta del oro negro que está bajo sus pies.

Con 33 años, el también abogado ha dicho que su objetivo es cambiar el modelo productivo del país, sumando a la extracción de petróleo, la industria tecnológica y el turismo. Además, hace un par de años anunció que promovería cambios sociales.

En relación a esta última promesa se enmarca el fin de la prohibición para que las mujeres puedan manejar autos y la posibilidad de que vayan a espectáculos a lugares acondicionados para ellas.

Regalón

Mohámed es el hijo favorito del rey, que lo tuvo con su tercera esposa, y es tan regalón que el monarca reestructuró la línea de sucesión para poder nombrarlo su heredero.

Está casado desde el 2008 con su prima Sara bint Mashoor bin Abdulaziz Al Saud, con quien tiene cuatro hijos, y se le conoce como "Señor Todo", porque se ha convertido en el epicentro del poder en el régimen.

Uno de sus proyectos políticos es contrarrestar la influencia de Irán en la región y ocupar la vacante que dejó Egipto en el liderazgo del mundo Árabe.

Como el príncipe tiene plata también se da algunos lujos, como su yate "Serene", de 4.500 metros cuadrados, que compró, como uno adquiere un kilo de papas en la feria, en 500 millones de euros.

Desde marzo del 2015, Arabia Saudita lidera una coalición internacional que ha atacado al grupo armado de la etnia hutíes, en Yemen, y los abusos cometidos en ese conflicto eran lo que iba a denunciar el periodista desaparecido, y a todas luces, asesinado.

El príncipe se enfureció con Jamal Khashoggi, y del hombre que se quería casar nunca más se supo. Por eso no extraña la convicción que se hizo sobre el heredero el analista del The Washington Institute, Simon Henderson, quien dijo que Mohámed bin Salmán "permite que se discutan sus puntos de vista, pero no los cambia y su gran punto fuerte, o débil, es su gran crueldad".

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