Ante la tremenda negligencia y las continuas protestas de la población, muchos integrantes del gabinete del gobierno renunciaron a su cargo.
La apocalíptica explosión que se produjo el martes pasado en la ciudad de Beirut, capital del Líbano, trajo varios efectos. A la evidente destrucción, muertes y heridos se sumó una hecatombe política en ese país.
Cada vez aumentan las voces que califican como una tremenda negligencia lo ocurrido. A eso se suman continuas protestas de la población. Por eso este lunes muchos integrantes del gabinete del gobierno renunciaron a su cargo.
Pero las consecuencias fueron aún más allá este lunes. Y es que el primer ministro libanés, Hassan Diab, anunció la disolución definitiva de su gabinete.
Diab, llevaba siete meses al mando de la nación como independiente y culpó a la clase política tradicional de su fracaso y caída. Además, arremetió contra la "corrupción" y anunció que "declaro la resignación de todo este gobierno".
Enfrentamientos en el Líbano
Mientras el primer ministro anunciaba su renuncia, violentos enfrentamientos con la policía se siguen produciéndose en ese país, luego de que más de 160 personas fallecieran producto de la explosión.
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