Sarkozy puede irse al cajón vidrioso

A un mes de su salida del Elíseo, el ex presidente de Francia Nicolas Sarkozy pierde la inmunidad de la que gozaba con su cargo, y la justicia puede citarlo en los cuatro casos en los que se ha visto implicado su nombre.

Dos asuntos relacionados con el financiamiento de su campaña electoral en 2007, otro sobre la campaña del político Edouard Balladur en 1995 -cuando Sarkozy era ministro de Presupuesto y su vocero- y la atribución de unos contratos durante su pasada presidencia pueden perseguir al ex gobernante en los próximos meses.

El ex presi puede seguir los pasos de su antecesor en el cargo, Jacques Chirac, el primer jefe de Estado convocado por la justicia y, posteriormente, condenado por un caso de corrupción tras abandonar el Elíseo.

Como Chirac, Sarkozy se ha beneficiado de la inmunidad que otorga el puesto de jefe de Estado, lo que ha retrasado algunas de las investigaciones, un estatus que el actual inquilino del Elíseo, François Hollande, se ha comprometido a revisar para que el presidente sea tratado como un ciudadano común y silvestre.

La investigación judicial más avanzada que concierne a Sarkozy es la relativa al presunto financiamiento ilegal de la campaña electoral que le llevó al Elíseo en 2007 por la multimillonaria heredera del grupo de cosméticos L'Oréal, Liliane Bettencourt.

Un juez instructor de Burdeos investiga si la segunda fortuna de Francia entregó importantes sumas de dinero al ex Presidente, directamente o a través del que entonces era tesorero de su campaña, el ex ministro Eric Woerth.

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