Su marido la mandó a matar y apareció viva en el funeral

Un viaje de placer a su país natal se volvió una pesadilla de película para Noela Rukundo. La mujer, nacida en Burundi, luego de 10 años de matricidio se fue solita de vacas a su tierra natal, la secuestraron, le dijeron que su marido la mandó a matar. ¡Cuático!

La felizmente casada no les creyó nada a sus captores, pero ellos recibieron un llamado de Balenga Kalala, con quien tenía ocho hijos, y escuchó clarito al teléfono: "mátenla". Ahí la morena quedó pálida y no cachó que hacer.

Los secuestradores sapearon que ellos no estaban en el negocio de las mujeres y los niños, por lo que a los dos días la soltaron y le entregaron la evidencia para funarse al desgraciado. Para ser precisos, la transferencia de las lucas y la grabación de la llamada.

Al verse libre, Rakundo se devolvió a Australia y no halló nada mejor que aparecer el día de su funeral por un supuesto accidente y soltarle a su marido en la cara: "¡Sorpresa! ¡Estoy viva todavía!".

El caradura le pidió perdón a su mujer, pero ella ya había hecho la denuncia ante los cops, por lo que Kalala fue acusado y hallado culpable de incitación al homicidio. Al final le dieron 9 años de cana.

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