Un organismo que reúne a los grandes estudios de Hollywood aseguró que tomó control de varios dominios asociados al portal pirata.
La Alianza por la Creatividad y el Entretenimiento (ACE) es un organismo lanzado en junio de 2017. Reuniendo a las principales compañías del mundo (Netflix, Amazon, Disney, WarnerMedia, NBCUniversal, ViacomCBS), apuntan directo a la piratería. ¿El objetivo? proteger sus ganancias del material protegido por las leyes de derechos de autor.
A fines de abril, a través de su sitio oficial, publicaron que la ACE cerró "exitosamente" la operación del streaming ilegal Cuevana en Chile, al tomar control de 30 dominios que previamente eran usados en relación a la marca.
"En enero de 2021, estos 30 dominios recibieron más de siete millones de visitas, convirtiendo a Cuevana en uno de los sitios web de transmisión ilegal más populares en LATAM", puntualizaron. "Las recientes redadas policiales y condenas en América Latina contra los operadores de este servicio de transmisión ilegal - y la conexión con otros delitos asociados con la infracción de derechos de autor, incluido el lavado de dinero - sirven como una advertencia importante para los operadores ilegales en la región que continúan violando los derechos. de los miembros de ACE", agregaron.
Sin embargo, una rápida búsqueda de dominios que llevan el nombre de Cuevana indica lo contrario. De hecho, en el portal TorrentFreak puntualizan que el más popular de todos - Cuevana3.io - sigue activo al día de hoy y supera sin problemas los 60 millones de visitas mensuales.
Por ahora la ACE postuló que "por razones estratégicas" no comparten los detalles específicos. Pero aún así controlan a varios dominios de Cuevana.
La historia de Cuevana ya alcanza a más de una década desde su creación en Argentina. En 2012 se concretó el primero de los arrestos, un estudiante universitario chileno que a la larga quedó en libertad.
Por su parte, el sitio principal - Cuevana.tv - llegó a su fin en 2015. Pero aquello no impidió que decenas de otras réplicas surgiesen.
Pero los grandes estudios, reunidos en la ACE, siguen en su cacería.
