El River-Boca terminó aburriendo a la polola

Soy un futbolero empedernido. Hasta el sábado pasado, mi pierna suave me acompañaba en todo. Nos tirábamos tardes completas viendo el CDF y los entretiempos lo usábamos para regalonear.

Doctor  Cariño:

Soy un futbolero empedernido. Hasta el sábado pasado, mi pierna suave me acompañaba en todo. Nos tirábamos tardes completas viendo el CDF y los entretiempos lo usábamos para regalonear.

Me instalé para ver el River-Boca, pero algo le pasó a mi pareja que no me apañó. Ni se asomó por el living para la maratónica jornada. Era el partido que siempre esperé. La final del mundo.

Primero no pesqué. Pensé que era una pataleta del momento. Pero resulta, doc, que al día siguiente me dijo que no quería nada conmigo. "Me aburrí", me explicó en un Whatsapp.

¿Qué onda, doctor? Todo este tiempo pensé que lo nuestro era para siempre.

Cerebro de pelota :

Parece que cuando chico le daban la leche en un zapato de fútbol, porque no me explico tanto fanatismo por la pelotita y la poca capacidad para darse cuenta cómo la embarró. Está listo para árbitro.

Su polola llegó al límite con ese River-Boca. Cómo será la embarrada que el clásico terminó aburriendo a todo el mundo, incluida su polola. No sea pavo. Lo de antes tenía gracia, pero cambiarse a copas internacionales tiene su costo. No todos tienen el aguante. Lo golearon y usted ni se enteró.

No siempre la pelotita sirve para todo.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

COMPARTIR NOTA