Gordito está desesperado porque su esposa lo cambió por maceteado con six pack

Doctor Cariño:

No sé qué me pasó, porque en el último año subí 32 kilos. Estoy yendo a un nutriólogo para bajar de peso, pero en medio de todo esto me di cuenta que mi esposa me está engañando con un tipo que conoció en el gimnasio y que tiene hasta calugas.

Alguna vez fui esbelto, pero no comprendo cómo me mató la vida cambiándome por el otro, sólo por el aspecto físico. He sido un buen marido, he respondido con mis hijos, nunca le falté el respeto, y ella se anda revolcando con ese fortachón, que lo único que busca es cama. Estoy destrozado y le pido que me dé su ayuda para no cometer una locura e ir a sacarle la cresta al señor galán.

Felipe

Don Pipe:

De partida que le importe un soberano champiñón si su señora está pescando a un mastodonte, en vez de a un hombre que se ha sacado la cresta por su familia.

Trate de conversar con ella y si aún la ama, reconquístela. Lo que sí, le aseguro que no puede pensar en ir a darle combos al King Kong. El hombre es fisicoculturista y si usted no está en forma, le pueden dar la del "8''.

Más encima se puede ir preso y su esposa (ex) menos lo pescará. Sin embargo, creo que debería optar por agarrar sus cositas, cambiarse de pieza (si es que no se ha cambiado) o irse un rato de la casa.

A los niños no los puede abandonar, y seguro no lo hará, pero ella necesita extrañarlo. De lo contrario, a dar vuelta la página y a esperar que el futuro le regale otra oportunidad. No hay gordo bueno al que le vaya mal. Y sus críos, en esta pasada, son lo que más valen. Ella se lo pierde. ¡Ah!, y baje de peso por salud.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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