Siento que me separé de mi señora de puro pelotudo. Éramos muy cabros chicos cuandos nos casamos y por eso cuando nos compramos el depa pasábamos puro peleando por leseras.
Doctor Cariño:
Siento que me separé de mi señora de puro pelotudo. Éramos muy cabros chicos cuandos nos casamos y por eso cuando nos compramos el depa pasábamos puro peleando por leseras. Cuando me fui de la casa me dio lo mismo y con el tiempo se me murió la flor. Pero la semana pasada coincidimos en un asado y mi ex llegó con su pinche. La guata se me revolvió, porque ella se veía más guapa que nunca y se nota que el tonto la atiende bien, porque hasta el pelo le brillaba más. Ayúdeme por favor, porque me bajó el amor de nuevo por ella. ¿Crea que tenga alguna oportunidad?
Nacho
Don Nachín:
El domingo amaneció tan bonito y por jetones como usted se me amargó. En su carta leo puras excusas: que eran muy chicos, que todo le importaba tres hectáreas de hongo, que se farreó la relación. Y si tiene todo tan claro, ¿para qué cresta me pregunta a mí la lesera que hizo? Temo que el diagnóstico está clarito: el muy buche creía que la señora se iba a quedar a vestir santos mientras a usted se le despejaba el macetero que tiene por cabeza. Y no, poh. Ella fue más viva y encontró, lo más seguro, un macho de verdad, que le dio apoyo. Así que hágase un candado oriental y olvídese de ese tren que ya se la pasó. Rehaga su vida sin sus pajaritos en el aire.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
