Paró la oreja de copuchento y cachó que le jotean a la esposa

El viernes hubo carrete de zoom en mi casa. O sea, de mi esposa, porque se juntaron con sus amigos de oficina

Doctor Cariño:

El viernes hubo carrete de zoom en mi casa. O sea, de mi esposa, porque se juntaron con sus amigos de oficina. Yo me quedé en la pieza viendo monitos con mi niña de 4 años. Y mientras me repasé a todas las princesas, de repente paré la oreja y caché que a mi mujer le había entrado agua al bote. Hablaba jabonoso y se reía fuerte, sobre todo con un tipo que empecé a sentir que se hacía el lindo. Le decía que siempre la ha encontrado la más guapa de la oficina y que cuando todo esto pase podrían ir al gimnasio juntos. Me hice el leso, ella después se acostó entonada y nunca supo que oí todo. ¿Qué hago? Ayuda.

Martín

Don Martín:

A ver mi amigo. Jotes, de ambos sexos, siempre van a existir, porque no creo que a usted nunca se le hayan parado las antenitas de vinil, y otras cosas, con alguna amiga, colega o lo que sea. Es la naturaleza, por así decirlo. Pero las relaciones se basan en la confianza y me imagino que cuando se casó fue porque usted y ella pusieron las manos al fuego por su matrimonio. Con esto le quiero decir que es normal que a su esposa, si es linda y regia, la miren con papas fritas. Pero hasta donde usted me dijo, ella no le devolvió ninguna pared al colega calentín. Capaz que eso siempre haya sido así y la única diferencia es que usted no paró la oreja. Confíe nomás, cada uno sabe lo que tiene al lado. Adiós, celosín.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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