Julio cachó que su dulcinea le ponía los cuernos tupido y parejo. Ahora el cuernudo quiere dejar la mansaca con videos, audios y fotos.
Doctor Cariño:
Voy a cumplir 35 años de matrimonio, he pasado una vida feliz en medio de un mundo color de rosa con mi compañera de vida, que me dio una hijo y una hija maravillosos. Todo lindo, hermoso y casi perfecto.
Y digo casi, porque al hacer los preparativos de nuestro aniversario, por chiripota, me enteré por un amigo -y por la pega de un detective privado-, que mi amada mujer compartía sus encantos desde hace 20 años con un tipejo, un tonto y feo gil. No se lo he enrostrado, ni he dado trazas de saber que lo sé.
Pero estoy preparado para destapar la hediondez en plena celebración, con audios, fotos y videos de sus últimas infidelidades. Voy a dejar la escoba. Por favor, ayúdeme con la puesta es escena de este circo.
Julio
Julito:
Compadre, nada más me queda que darle un abrazo solidario en su dolor. Sin embargo, debo bajarle el voltaje a sus ímpetus de venganza, porque si se da el gustito de la forma en que lo está planeando, usted quedará como el "venado" del siglo, su mujer como la casquivana número uno del mundo y sus hijos, ese joven y esa jovencita a quienes dice amar, estarán destrozados por la vergüenza.
No se mande esa embarrada, Julito. Sea más sabio y acérquese a conversar con la dama, cuéntele todo, que usted no es gil, que la tiene entera rochada, con todos los medios audiovisuales posibles... y dígale que tome su rumbo.
Pero, ante todo, no haga el tony y no exponga a sus querubines. Sea un caballero hasta en la desgracia.
Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com
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