Se puso curao y manos largas

No sé cómo frenar a mi marido con el copete. Desde que comenzó el confinamiento no ha parado de tomar. A las seis de la tarde, diariamente...

Doctor Cariño:

No sé cómo frenar a mi marido con el copete. Desde que comenzó el confinamiento no ha parado de tomar. A las seis de la tarde, diariamente, comienza con una cerveza, después se pasa al pisco y termina con vino.

A las once de la noche en punto se viene a acostar a la cama y le da por toquetearme y a buscarme para que le dé la pasada. Me tiene chata. Hediondo a trago, todo revolcado y muerto todos los santos días. Lo quiero echar de la casa y me da miedo, porque más encima se pone violento.

Ayúdeme, doctor.

María

Olga María:

Aquí tiene que ser chora nomás. Si el hombre se cura como guasca y más encima quiere ponerle bueno, que se vaya a freír monos nomás. Filo. Lo que tiene que hacer es esperar al día siguiente -tipo 11-, cuando esté con la caña viva, para que lo encare y le diga que no quiere estar más con él. Y recálquele que si sigue usted se va a ir.

Le apuesto que se le van a aconchar los meados y se portará bien. Si no cambia y sigue en la misma, yo me iría donde mi mamá. Al menos por un tiempo. Para que el bueno para la bebida tome caldo de cabeza. Y sin miedo.

Él no le puede tocar ni un pelo. Y ojalá que no lo haya hecho, pues si es así evitaría todo el diálogo y la obligaría a echarse el pollo.

Tus consultas y dramas de tipo amoroso pueden aparecer en la Ventanita Sentimental si las mandas a doctorcarino@lacuarta.com

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